Encuentra tu talento y conecta con tu pasión, especialmente si tu profesión actual no te permite vivir con plenitud.
¿Te pasa que a veces te levantas sin saber muy bien por qué, preguntándote si la vida es esto? Te confieso que a mí antes me pasaba con frecuencia. No disponía de mi propio tiempo para lo que yo consideraba importante.
En mis últimas incursiones en Clubhouse (la nueva red social que se está popularizando) he comprobado con satisfacción que se habla mucho de Talento ¿Y qué es eso del talento? Pues ese algo que se nos da especialmente bien, aquello que hacemos sin esfuerzo, con lo que pierdes la noción del tiempo.
La clave es identificarlo para poder dedicarte a ello profesionalmente y ponerlo así al servicio de los otros. Son todas aquellas cualidades, competencias y habilidades que tienes y solo te queda seguir desarrollando. Así que me parece que llega el momento de darte unas recomendaciones para encontrar el tuyo y que de esa manera conectes con tu pasión.

1º Conócete
En general no nos enseñan a saber quienes somos. Por el contrario, nos enseñan a imitar o a contentar a los demás desde la infancia. Crecemos tratando de cumplir las expectativas de las personas de nuestro entorno. Así nos alejamos de nuestro ser y perdemos la conexión con nuestra esencia. Por eso es importante en este punto que te liberes de las expectativas de tu entorno y dejes de perseguir su aprobación para comenzar a construir tu propio camino para vivir tu propia vida. El primer paso empieza por ti, porque tengas claro que eso es lo que deseas. El cómo viene después. Así serás una persona más auténtica y podrás vivir la vida que deseas. Descubrir tus fortalezas y recursos y así el trabajo no te costará esfuerzo y sí será placentero.
2º Revisa tus hobbies y aficiones
Sucede que nos gustan cosas y se nos dan bien, que entendemos que son hobbies, que no se puede vivir de ello, y por eso las relegamos a un segundo o tercer plano de nuestra vida restándole todo su valor. Pero… ¿y por qué no vivir de ello? Plantéate esas cosas que tanto te gustan hacer, revisa aquellas que te gustaban pero has dejado aparcadas, o esas que te encantan pero para las que no tienes tiempo. Tal vez tu talento se encuentre entre estas aficiones.
3º Lo que te es fácil resolver
Piensa en qué problema resuelves, qué necesidad satisfaces o qué dolor alivias. Eso que sin pensar lo haces, que no te cuesta trabajo, que para ti es fácil pero para otras personas es un mundo y te agradecen enormemente que las hayas ayudado con eso. Ahí puede residir tu talento. Lo que pasa es que nos enseñaron que hay que ganarse el pan con el sudor de la frente, y claro, «¡¿cómo voy a trabajar de algo que me resulta fácil y además me gusta?!» Pues por supuesto que sí, de hecho claro que sí, gracias a ello serás una gran profesional, disfrutarás de tu trabajo y vivirás una vida abundante en los distintos planos.
4º Pregúntate qué te gusta

¿Qué cosas te gustan hacer? ¿Qué es lo que más te gusta? A veces es tan sencillo como eso, pero si últimamente tu desconexión contigo es mayor y por eso no sabes contestar a esta pregunta, échale un vistazo a tu biblioteca. Fíjate en el tema o o los temas que más se repiten en los libros que has adquirido en los últimos 2 o 3 años. Parece que tienes más interés en ese o esos temas que en otros… pues por ahí anda una curiosidad que nace de dentro de ti… ¿es ese tu talento?
5º Fíjate en aquello que admiras o envidias
Todo lo que vemos fuera que no nos pasa desapercibido es porque resuena en nuestro interior de alguna manera. Si lo admiras es porque lo deseas, si lo envidias es porque lo deseas pero no te sientes capaz de serlo, hacerlo o tenerlo. Y es que mientras que la admiración nace de la abundancia y el amor, la envidia nace de la escasez y el miedo. Sea de un lugar o de otro te está dando información acerca de tus propios deseos. Puedes dejar de mirar fuera para utilizar este «aviso», esta resonancia que lo de fuera hace en ti para pasar a la acción y tomar las riendas del cambio que quisieras ser capaz de hacer.
Eres capaz, eso sin duda. ¿Que tienes miedo? ¿Que te cuesta creer ser capaz? Lo entiendo, pero ha llegado el momento de pasar a la acción.
Al igual que tu talento debes definir tu propósito, aquello a lo que estás llamada/o a hacer. Es eso que te apasiona y se te da bien al mismo tiempo; tu contribución al mundo y a la vida que quieres crear, no solo para ti, sino también para los demás. Tu propósito es lo que vas a hacer cada día para llegar a hacer realidad tu Visión, aquello que quieres alcanzar. Es el para qué, que te orientará y guiará en cada momento. A lo mejor te es más fácil pensar que es el cruce entre aquello que se te da bien hacer y te resulta fácil con aquello que le es útil a otras personas.

No olvides desarrollar tus competencias. Es necesario ir más allá de los conocimientos y la experiencia. Siempre digo que hemos atravesado tres épocas. La primera en que lo que se valoraba en el mercado de trabajo era la titulación (titulitis). A esta le sucedió otra, en que, siendo el título necesario, se valoraba sobremanera la experiencia. Actualmente estamos en la época de las competencias, es decir, no basta con tener un título y experiencia, sino que es necesario saber trabajar en equipo, por proyectos, ser creativos y desarrollar aquellas habilidades y actitudes que nos ayudarán a ser referentes en nuestro campo.
Y por último fórmate. Debe ser en varios campos, no solo en tu sector para mantenerte actualizado, también en marketing, redes sociales y formación financiera. La formación puede ser desde una titulación oficial o un curso, a comprarte bibliografía o ver videos en YouTube, y es que existen muchos recursos en internet y gratuitos.
Éstos y muchos más consejos puedes encontrarlos en mi Guía para desarrollar tu estrategia profesional y Reinventarte
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