• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
Creada Separaciones Conscientes

Creada | Separación Consciente

Separaciones y divorcios Conscientes

  • INICIO
  • QUÉ TE OFRECEMOS
  • TU REGALO
  • SOBRE NOSOTROS
  • CONGRESO
  • BLOG
  • CONTACTO

Rocío y Miguel Ángel

LOS TRÁMITES LEGALES DE LA SEPARACIÓN

Escrito por Rocío y Miguel Ángel Deja un comentario

Iniciar los trámites legales de la separación o del divorcio es algo que suele abrumar porque es un mundo desconocido y porque tiene un gran peso simbólico, por ello a veces se procrastina y se lleva a cabo mucho tiempo después de la toma de decisión.

Para aportarte tu luz sobre este tema, le hemos pedido ayuda a una experta en el tema en la que Miguel Ángel y yo confiamos mucho, Andrea López Bruno, abogada, mediadora familiar y Coach experta en autoestima y dependencia emocional, para que te cuente cuáles son los pasos legales a seguir tras tomar la decisión de la separación.

Así que el post de hoy lo ha escrito ella con mucho cariño para ti:

Si estás leyendo estas líneas seguramente estás pensando en divorciarte o quizás la decisión la tienes tomada, pero te da un poco de miedo iniciar los trámites legales. Puede que pienses que será un proceso largo y difícil, muy caro o incluso puede que te provoque rechazo el hecho de darle forma legal a lo que ya es un hecho, porque eso constituye un final definitivo.

Sea cual sea la situación en la que te encuentras, voy a explicarte de forma sintética, clara y con un lenguaje coloquial todo lo que necesitas saber sobre los trámites legales que implica un divorcio o una separación en España.

Empezaré contándote que en el año 2005 (hace bien poco) se reformaron el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil y a partir de entonces se suprimió la necesidad de alegar una causa legal para divorciarse o separarse y la obligatoriedad de estar dos años separados antes de iniciar el divorcio. En la actualidad no hay que justificar absolutamente nada, el único requisito es que hayan transcurrido al menos  tres meses desde la celebración del matrimonio.

Este requisito se suprime en los casos de que exista riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge que solicita el divorcio o de los hijos e hijas de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio. En este caso se puede solicitar incluso al día siguiente de su celebración.

La separación y el divorcio tienen los mismos efectos pero sólo el divorcio disuelve el matrimonio y posibilita un nuevo matrimonio.  

Como ya sabes, hay dos maneras de divorciarse: “por las buenas”(divorcio de mutuo acuerdo) o por “las malas”(divorcio contencioso). A continuación te explico todas las opciones y escenarios posibles. 

DIVORCIO DE MUTUO ACUERDO

En el juzgado

En el caso de que tu ex pareja y tú tengáis ya claros los acuerdos para vuestro divorcio, necesitaréis un abogado y un procurador (pueden ser los mismos para los dos, de hecho, es lo más frecuente). 

El abogado será el responsable de plasmar en el convenio regulador esos acuerdos a los que habéis llegado para que lo firméis y presentarlo en el Juzgado, junto con la demanda de divorcio de mutuo acuerdo (se llama demanda aunque nadie reclama nada a nadie…cosas del Derecho). 

También responderá cualquier duda o inquietud que te pueda surgir y te explicará qué acuerdos son posibles y cuáles no y las consecuencias que conlleva cada uno. 

Es importante que sepas que si en el futuro las cosas se complicaran y tuvieras que acudir al juzgado para solicitar algún cambio o exigir el cumplimiento de algún acuerdo, tendrías que contratar a otro abogado; no te puede asistir el mismo que lo hizo por la vía del mutuo acuerdo. 

El procurador es el profesional que te representa en el juzgado. Puedes elegir entre otorgar un poder ante notario (tiene un coste pero te sirve para cualquier procedimiento) o apoderarle en el mismo Juzgado “apud acta”(es gratuito y solo sirve para este procedimiento en concreto). 

Los asuntos sobre los que tenéis que poneros de acuerdo son los siguientes: 

  • Guarda y custodia de los hijos. 
  • Régimen de visitas. 
  • Pensión de alimentos. 
  • Pensión compensatoria. 
  • Uso de la vivienda familiar. 
  • Liquidación de la sociedad de gananciales ( esto puede dejarse para un momento posterior si es vuestro deseo o si por circunstancias no interesa hacerlo de momento). 

Una vez instada la demanda acompañada del convenio regulador, el Juez y el fiscal, si hay hijos menores, vigilarán que el acuerdo no contiene pactos contrarios a la ley o perjudiciales para los cónyuges e hijos. Posteriormente os citarán para ratificaros (firmar que seguís de acuerdo en todo) y finalmente el Juez dictará sentencia aprobando el convenio regulador y decretando el divorcio. 

Esta vía judicial es la única si tenéis hijos menores o mayores incapacitados y el Juzgado competente es el Juzgado de Primera Instancia del último domicilio conyugal. 

Mediación familiar

Si estáis teniendo dificultades para llegar a acuerdos pero os gustaría alcanzarlos y apostáis por un divorcio pacífico, la Mediación es para vosotros. 

La Mediación es un método alternativo de resolución y gestión del conflicto para llegar a acuerdos sin necesidad de la intervención de un Juez. 

El mediador es un tercero imparcial, entrenado en herramientas de comunicación, resolución de conflictos y gestión emocional entre otras, que os ayudará y acompañará en el proceso, pero los verdaderos protagonistas seréis vosotros que sois los que mejor conocéis las necesidades de vuestra familia. 

Una vez alcanzados los acuerdos, será un abogado el que deba plasmarlos en un convenio regulador. 

Dependiendo de vuestro caso, tendréis que homologarlo judicialmente para lo cual necesitaréis también un procurador o podréis optar por la vía notarial con la participación solo de un abogado. 

En el notario

En el caso de que no tengáis hijos menores no emancipados o incapacitados, podréis acudir a un notario para tramitar el divorcio. 

Vuestro abogado presentará el convenio regulador en la notaría y, una vez supervisado por el notario, lo firmaréis en su presencia. Ellos mismos se encargan de inscribirlo en el Registro Civil. 

En el caso de haya hijos mayores de edad o menores emancipados deberán otorgar consentimiento si hay medidas que les afectan por carecer de ingresos y convivir en el domicilio familiar. 

Si el notario considerara que algún acuerdo es perjudicial para alguno de los involucrados, os lo hará saber y dará por terminado el expediente. En este caso, sería el Juez el que debería aprobar el convenio regulador.  

DIVORCIO CONTENCIOSO

Partimos de la base de que siempre será más beneficioso para todos un divorcio de mutuo acuerdo, pero la realidad es que a veces esto no es posible. 

Bien sea porque nos resulta imposible llegar a acuerdos que nos satisfagan, por nuestra incapacidad de comunicarnos, por posturas rígidas antagónicas o incluso por la imposibilidad de ponernos en contacto con la otra parte, lo cierto es que el divorcio contencioso es la única opción en estos casos y es el mecanismo que nos ofrece la Ley. 

En este caso, una de las partes presenta, con asistencia de letrado y procurador, una demanda con sus pretensiones (qué quiere conseguir en cuanto a custodia, alimentos, visitas ,etc…) a la que el otro deberá contestar en plazo (20 días), también contando con abogado y procurador. En la contestación a la demanda se manifestará la conformidad o no con lo solicitado y se propondrán otras medidas en su caso. 

Posteriormente, se citará a las partes para una vista o juicio oral en el que cada uno podrá aportar las pruebas que considere que apoyan su solicitud.  

En la mayoría de las ocasiones implica también someterse a estudios psicosociales, peritajes psicológicos, económicos ,etc… 

Una vez celebrado el juicio, el Juez dictará sentencia reconociendo, en cualquier caso, el divorcio y acordando las medidas que lo regirán. 

El Juzgado competente en este caso es el del último domicilio conyugal o el de residencia de la persona demandada a elección del que interpone la demanda. 

En cuanto a la documentación que necesitaréis, depende de vuestro caso concreto, pero por lo general son los siguientes: 

-Certificado de matrimonio. 

-Certificado de nacimiento de los hijos. 

-Certificado de empadronamiento (no siempre lo solicitan). 

-Documentación económica en su caso (escrituras, documentos de propiedad, certificados bancarios, etc…). 

Dada la trascendencia que un divorcio tiene en nuestras vidas y teniendo en cuenta que nos  condicionará por los próximos años, sobre todo si tenemos hijos, vale la pena enfocarlo de una manera responsable y reflexiva, con un buen asesoramiento que abarque no solo los aspectos legales, sino también el plano emocional o incluso psicológico puesto que nuestro estado anímico determinará la calidad de nuestros acuerdos y decisiones. 

Te deseo el mejor de los divorcios. 

Sé que es duro y también sé que puedes. 

Bienvenida a tu nueva vida. 

Andrea López Bruno, abogada y mediadora familiar.

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: abogada, abogado, divorcio, juicio, Separación, separación con hijos, trámites legales

MI EX NO QUIERE UNA SEPARACIÓN CONSCIENTE

Escrito por Rocío y Miguel Ángel 2 comentarios

Separarte y pretender tener una buena relación con tu ex es muy lícito, pero no siempre es posible, o al menos no siempre es posible que esta sea como tú deseas desde el inicio. Sobre todo, porque tú solo puedes controlar tu parte, todo lo demás es ajeno a ti y lo más sano es que sueltes y confíes. 

En las separaciones conscientes, cuando la ex pareja no está por la labor de la misma, se suele repetir un mismo error: el de la complacencia, el de pasar por encima de las necesidades propias en pro de una buena relación. Sin embargo, esto no ayuda, no es el camino para construir una buena relación como ex parejas. 

Comencemos por el principio

Ante la ruptura conyugal los menores necesitan que ambos sigáis ejerciendo la responsabilidad parental que os corresponde. Y es que ya no sois pareja, pero siempre vais a seguir siendo el padre y la madre de vuestras criaturas, siempre. 

En el caso de que tu ex no quiera una separación consciente, el hecho de que tú actúes desde la persona adulta que eres y en TODAS las decisiones dejes tus heridas a un lado para poner en el centro de las mismas a vuestros peques, puede aportarles muchísimo beneficio y estabilidad. De esta forma al menos uno de los dos le estará dando lo que necesitan y ofreciéndoles el espacio de seguridad que les hace sentirse bien. 

Lo que necesitan sentir tus criaturas es que seguís queriéndoles y cuidándoles, al menos por tu parte. Porque tú ya eres el 50% y eso emocionalmente hablando es mucho más que la mitad. Tú puedes cubrir sus necesidades básicas, como la de protección, confianza y seguridad que les permite sentir el mundo como un lugar seguro en el que pueden confiar. Así como cubrir su necesidad de pertenencia y la de sentirte sentidos. Es decir, sentirse escuchados, vistos, tenidos en cuenta y validados. 

Es esto lo que favorece un desarrollo emocional óptimo y sin embargo no siempre las criaturas lo reciben, pero no por el hecho de la separación en sí, en muchísimos casos en los que la pareja sigue adelante con la relación, todas estas necesidades no son cubiertas. Y es que lo que daña no es la separación, sino una mala gestión de la misma. Una falta de cuidado hacia las criaturas en un momento sensible de adaptación, ante el cambio vital en su estructura familiar. 

Por ello te animo a que no te obsesiones con lo que hace o deja de hacer tu ex pareja. Lo único que puedes controlar es lo que está de piel para dentro, por lo que elije dónde quieres poner el foco, ¿en tu ex o en ti y lo que sí puedes hacer? 

El peligro de que pongas el foco en tu ex es que te desgastes emocionalmente, malgastes energía y entonces no puedas estar realmente disponible y presente con tus criaturas. Es más, si te enganchas en la pelea con tu ex, tus peques se quedarán huérfanos emocionalmente en el proceso de separación. 

Al ofrecerles tú el apego seguro que necesitan recibir, podrán integrar el proceso de separación e incluso de una forma casi natural, se puede ir reparando el daño que la otra parte cause en caso de que actúe irresponsablemente.

Por eso, al menos tú, ocupa tu lugar de adulta. Tú tienes más recursos a tu alcance, tienes amistades, familiares y/o profesionales a los que puedes acudir y tus peques te tienen a ti.  En este sentido pon atención y cuídate en las relaciones y a quien escuchas y te protejas también en este sentido, pues las personas solemos hablar desde nuestros miedos y experiencias, por lo que es fácil que cuando tú quieres llevar a cabo una separación desde el amor, desde el respeto y con conciencia, otras personas te alienten a entrar en la guerra. 

Aunque muy probablemente lo estarán haciendo con su mejor intención, pero eso no te beneficia en absoluto. Por eso es importante que cuides de quién te rodeas y a quién escuchas en los momentos sensibles. Confía en tu intuición, escúchate y da valor a lo que sientes. 

Que lo haga diferente a ti no es malo

A veces puede suceder que te frustres porque en cuestiones de crianza no hace las cosas como a ti te gustaría. Bueno, esto sucede no solo en las relaciones de progenitores separados, sino que también se dan estas diferencias en parejas que conviven, que ven la vida y la crianza de formas diferentes. Cada miembro de la pareja es diferente, viene de una historia de vida distinta y vive con un prisma diferente. Lo ideal es hablar, hablar y hablar para reflexionar juntos y establecer así criterios comunes, pero esto es algo que todavía en pocas familias se hace. Pero este es otro tema. 

Lo que quiero trasladarte es la idea de que no tiene por qué ser malo que lo haga diferente a ti. Y si hay cuestiones que, sin ser negligentes, hace de manera distinta y por ello no se corresponden a tu ideal, pueden estar bien también. Es como sabe, quiere y puede hacerlo. 

Pregúntate, ¿de verdad eso es tan importante? ¿La seguridad de tus peques depende de ello? Si no hay peligro ni negligencia y a día de hoy no hay posibilidad en vuestra relación de comunicaros de forma constructiva y establecer pautas comunes, déjalo estar y ocúpate del poder que tienes en tus manos, que es mucho y muy importante: tu y tu relación con tu peque. 

Si  en la relación de pareja ejerciste de madre de tu ex, es fácil que ahora sigas ejerciendo el mismo rol. Cuidado. Si lo haces no le estás dejando espacio a que él ejerza su responsabilidad paterna. Y el hecho de que no lo haga como a ti te gustaría que lo hiciera no es excusa para estar encima suya a cada nada que pase. 

Desengánchate de poner la mirada y el foco en él y ponlo en ti. Eso es autocuidado también y te permitirá vivir con más calidad en tu día a día y con más presencia hacia tus peques, que es lo que más necesitan de ti. 

Tampoco entres en la lucha de egos de a ver quién lo hace mejor, ni juegues a ver quién de los dos es más divertida/o ni a quién quieren más. Te necesitan en tu rol de adulta, que estés en tu centro, desde ahí vas a poder ofrecerles el cuidado y amor que necesitan de ti. Haz tú tu camino y deja que la otra persona haga el suyo. Y recuerda, que la otra persona no ejerza su responsabilidad, no te excluye a ti de la tuya, pues como te decía antes, si tu ex no está disponible de una forma adulta y responsable y tú tampoco, ¿quién ejerce esa responsabilidad con tus peques?

Sé que suena fácil pero que otra cosa es estar en el ajo viviendo determinadas situaciones, lo sé. Por eso te animo a que en caso de que tu ex se comporte como un niño más, que descargue hacia ti su rabia, tú sepas mirar más allá de su comportamiento y entiendas que está actuando desde su dolor y sufrimiento. 

Evidentemente tú sentirás el tuyo y tienes la capacidad de no descargar contra él, genial, eso que ganan tus criaturas. Pero si él no puede o no quiere hacerlo de otra manera, te animo a que no te tomes su actitud como algo personal contra ti y que puedas ver más allá de su comportamiento. Es decir, esas formas que pueden herirte hablan de su dolor, muestran su sufrimiento interno, y no es que te odie o te desprecie, sino que más bien, se desprecia a sí mismo y por eso actúa de esa forma. Aunque lo más probable es que no sea consciente de ello. 

Por eso desde mi punto de vista la mejor fórmula es aprender a desarrollar una mirada compasiva hacia tu ex. Mirarlo desde el amor, pero no el amor romántico o de pareja, sino el amor de verdad. Ese que es capaz de ver a las personas desde su ser, no desde el personaje desde el que actúa en su día a día o en determinados momentos. Puede ayudarte tener un mantra que repetirte en determinados momentos, como “es su dolor, no va conmigo”.

Esta es una forma de cuidarte y protegerte para que no te afecte demasiado lo que haga o deje de hacer. De la misma manera, siempre que lo consideres, pon los límites que estimes oportunos. Pues porque sepas que está sufriendo no tienes que aguantar según qué cosas. En la medida en la que te ames, te respetes y cuides a ti misma, así podrás amar, respetar y cuidar a otros seres.  

Y cuando su dolor y sufrimiento esté en los niveles más altos y entonces trate de hacerte daño a través de tus peques, tu conciencia cobra más importancia que nunca y puedes buscar ayuda para no perder tu norte y poder seguir conectada a ti. Así todo ese ventarrón externo no te sacará de tu centro, al menos no de forma constante. 

Para no caer en la lucha de egos con él, lo cual dificultaría mucho la situación, párate a reflexionar desde qué lugar te separas, qué energía quieres cocrear. Una separación es cosa de dos y la energía que hay entre vosotros la creáis con lo que cada cual aporta. En tu mano no está cambiar lo que él cocrea, pero sí está en tu mano elegir lo que tú quieres cocrear. 

Tal vez te ayude recordar que del amor con esa persona, fruto de vuestra relación, surgieron tus peques y que sin esa otra persona no estarían aquí. Tal vez esto te ayude a conectar con el amor hacia él y el respeto como padre, pues eso debe estar por encima de vuestros desencuentros. 

Y recuerda, la relación que teénis hoy no tiene por qué ser siempre así. Las relaciones están vivas y en constante evolución y crecimiento, como las personas. ¿Cómo te sientes tú en la relación con tu ex?

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: divorcio, divorcio con hijos, divorcio sano, expareja, Separación, separación con hijos, separación consciente, separaciones

CÓMO LE DIGO QUE TENGO UNA NUEVA PAREJA

Escrito por Rocío y Miguel Ángel 2 comentarios

La vida continúa después de la separación y no es algo por lo que debas sentirte culpable ni reprochar a la otra parte cuando veas que sigue adelante con su vida. Es verdad que puede dolerte ver que la otra persona está bien sin ti y que tiene una nueva pareja. Ese dolor nace del ego y está basado en el miedo. Te animo a que acudas a tu esencia para poder ver la situación con la mirada del amor, ésta es la única que te traerá paz y sosiego. 

La llegada de una nueva pareja puede provocar determinadas reacciones, sobre todo en quienes no tengan la herida de la separación totalmente cerrada, es decir, en quienes no tienen el duelo elaborado.  Sea cual sea tu caso, recuerda que no puedes controlar lo que está de piel para fuera, solo está bajo tu control aquello que tienes de piel para dentro. Por lo que, ¿dónde quieres poner el foco y la energía? 

Es bastante frecuente que la relación entre dos personas que cesaron su ciclo como pareja, se tuerza cuando uno de los dos inicia una nueva relación. Esto sucede no tanto por el hecho en sí, sino porque en la situación afloran las heridas y el vacío de quién no tiene pareja en ese momento. 

Ante esta situación dicha persona puede hacerse cargo de forma responsable de lo que está sintiendo (actuar desde la adulta) o verter su dolor y sufrimiento en la otra persona y entonces iniciar una batalla (niñ@ interior). 

Recuerda que, si la otra parte no es capaz de actuar desde la persona adulta que es, es mejor no entrar en su batalla. No te tomes su comportamiento como algo personal contra ti. El hecho de que tú te mantengas en tu centro y dejes tus heridas a un lado, es un regalo para tus peques que les permitirá seguir creciendo con seguridad, pues al menos tiene un referente que les da lo que necesitan. 

¿Cuándo presentar a la nueva pareja?

No existe un manual que te diga cuándo es el mejor momento ni hay un calendario estipulado que deba seguir cualquier madre o padre que inicie una nueva relación. 

Yo diría que tuvieras en cuenta dos cuestiones: 

– Valora cómo de integrada tienen la separación tus peques, para facilitar la aceptación de la nueva persona, pues si aún no tienen integrada la separación puede ser más difícil acoger a una nueva persona en su núcleo familiar. 

– Las criaturas tienen el mayor radar de autenticidad que existe, por lo que tienen la capacidad de saber las cosas aunque no se las contemos. Perciben los cambios y cómo nos sentimos, así que aunque no puedan saber con detalle qué está sucediendo, sí pueden intuir que algo ocurre pese a no poder intelectualizar el qué. 

¿Cuándo se lo digo entonces? Escucha tus tripas y confía en tu intuición. Que las mariposas del enamoramiento no te hagan correr demasiado, pero que los miedos y juicios de la mente no te hagan ocultarles algo que de alguna manera saben. 

Como siempre en el equilibrio está la respuesta 😉

Si creas el encuentro de tu pareja con tus peques diles la verdad hasta donde puedan saber, es mejor eso que pensar “total, son muy peques y no se van a dar cuenta”. Si van a saber algo mejor que sea por ti antes que por otra persona o porque los hechos lo evidencien. Es una oportunidad para estrechar el vínculo y sembrar confianza en vuestra relación. 

Por ello no les presentes a tu nueva pareja diciéndoles que es un amigo o amiga cuando andáis en pleno enamoramiento, pues lo verán. Eso se nota y lo perciben con más facilidad que cualquier otra persona adulta. 

Si les mientes o les ocultas información que pueden percibir por sí mismos, sentirán que no les tienes en cuenta o que no confías en ellos, o peor, que les mientes. Para una relación sana y buena conexión emocional, la confianza es fundamental y con cuestiones así se deteriora. Pero relax, que si ya te ha pasado y al leerme piensas que has metido la pata, recuerda que todo se puede reparar, y más aún con las criaturas quienes de rencor no entienden ni una pizca. 

Ahora bien, si es una persona con la que sales pero no hay pretensión aún, de que sea una relación estable y duradera y quieres compartir tiempo con esa persona y tus hij@s, puedes contarles que es una amiga o amigo que es importante para ti y por eso te apetece que se conozcan, por ejemplo. Básate en tu verdad y ten en cuenta su edad a la hora de comunicarte. 

Como ya he señalado no existe un manual, la mejor guía está en tu interior. Trata de apagar o bajar al máximo el volumen del ruido mental donde están los juicios y miedos para escuchar tus tripas y hacer desde ahí. 

A la hora de hacer la presentación hazlo con sencillez y con conciencia. Al ponerle conciencia ya estás cuidando el momento, así que naturalidad. 

La mayoría de criaturas viven un momento así con total normalidad e incluso con mucha alegría y podrían vivirlo siempre de esta forma, sin embargo esto se tuerce muchas veces por la contaminación adulta. Cuando los egos adultos hacen acto de presencia, las criaturas son las primeras afectadas, por ello es importante que al menos tú te mantengas en tu centro. Ya seas tú quien inicia una relación de pareja o tu ex. 

Teniendo en cuenta que l@s niñ@s suelen contar lo vivido con total naturalidad, es fácil que la información de una nueva pareja llegue a la otra parte. Si eres tú quien inicias una nueva relación, puedes contárselo a tu ex para que cuando los peques lo comenten en la otra casa, no haya caras de sorpresa.

De esta forma en los casos en los que la noticia cae como un jarro de agua fría, se da tiempo para que quien la recibe, pueda volverse a templar y centrar sin que los peques estén presentes. De lo contrario pueden percibir desde el inicio que algo pasa, que algo está mal o cualquier otra cuestión que al desconocer lo que está sucediendo, les genere inseguridad o les haga crearse su propia película muy alejada, o no, de la realidad. En cualquier caso, película que no les corresponde y de la que deben estar al margen.

No fuerces el amor

A partir de la presentación deja que las relaciones se establezcan progresivamente. Lo que suceda el primer día no condiciona el resto de la relación. A veces son las expectativas sobre el momento las que generan frustración. Entrégate al momento y fluye con lo que suceda. 

Si en algún momento de la relación sientes que no aceptan a tu pareja, no fuerces la situación. Cuando sienten conflicto de lealtades es difícil que se de esa aceptación en paz, querer a esa otra persona les genera estrés y culpa en muchas ocasiones (cuando hay contaminación de egos adultos).

Y si tú no tienes pareja y tu ex sí, te animo a que les transmitas a tus peques que pueden querer a la otra persona, pues el amor cuanto más se da, más crece, y que la quieran a ella no significa que te quieran menos a ti. 

Que llegue una nueva pareja no quiere decir que tu lugar como madre o su lugar como padre peligre. Ese es el gran miedo que se despierta ante la llegada de una nueva pareja. Y sobre ello puedes leer más en mi último post donde hablo de los miedos de la madre separada y la madrastra. 

El equilibrio en la familia 

Es muy importante que en vuestro sistema familiar tengáis claro qué lugar ocupa cada miembro de la familia y que cada persona adulta le ponga conciencia a los miedos que se despiertan en su interior, para no proyectar sus vacíos e inseguridades en ninguna otra persona. Aunque en tu poder sólo está el reconocer y transitar tus propios miedos y entender que si otra persona batalla contigo, el problema no eres tú, sino que está volcando su dolor y sufrimiento sobre ti. 

Las decisiones relevantes sobre la vida de los hijos e hijas les conciernen a su padre y su madre, pero si hay convivencia con las nuevas parejas, estas también ocupan en esa vivienda una figura de autoridad, que no tiene porqué ser autoritaria, y debe dársele y reconocérsele ese sitio. 

El orden en el sistema familiar, en los miembros de la familia, es fundamental para que las criaturas puedan sentir seguridad, confianza y protección.

Hay un cuento que en casa nos gusta mucho y que ayuda mucho a integrar el concepto de que querer a otras personas y aliviar el conflicto de lealtades: Hay amor para todos. ¿Lo conoces? ¿Qué te parece?

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: divorcio, madrastra, madre separada, madres separadas, padrastro, padres separados, Separación, separación con hijos, separación consciente, separaciones, ser madrastra

LA MADRASTRA Y LA MADRE SEPARADA

Escrito por Rocío y Miguel Ángel 2 comentarios

Ser madrastra va mucho más allá del estereotipo de los cuentos y de la rivalidad entre mujeres. 

La mayoría de las mujeres hemos crecido y sido educadas en un entorno de rivalidad entre nosotras y de imperfección por el hecho de ser mujer. De hecho, esto último suma aún más a dicha rivalidad. 

Nos hemos creído el mensaje patriarcal de la competitividad y la lucha de poder olvidándonos así de nuestra propia esencia: el amor. 

Juntas las mujeres sumamos mucho más. Las redes que podemos tejer entre nosotras son realmente maravillosas, pero para ello necesitamos desaprender ese modo tan arraigado en nuestro inconsciente que nos dice que, “si ella está allá arriba entonces yo estoy aquí abajo”, y entonces entramos en rivalizar. 

No, no tiene porqué ser así. Cada persona es única e irrepetible y cada una de nosotras aportamos cosas muy diferentes, o similares, pero desde nuestra esencia única e inigualable, lo que nos convierte a su vez en únicas.

Todas las personas somos complementarias y el mundo necesita de la luz de todas y cada una. La luz de una mujer no apaga la luz de otra, más bien todo lo contrario. Yo nos veo como antorchas, y cuando una se permite prender su luz, su fuego, permite que otras puedan prender su propia luz a partir del fuego de la de al lado. 

Partiendo de la base de rivalidad y competitividad en la que hemos crecido las mujeres en occidente, es normal que ante la llegada de una nueva figura femenina a la familia, como es la madrastra, el miedo haga su aparición por la puerta grande. 

Precisamente de dicha rivalidad entre mujeres es de la que se ha alimentado Disney para potenciar la imagen de madrastra como figura malvada en sus historias, ¿quién no recuerda la odiada madrastra de Cenicienta?

Sin embargo, una madrastra no es más que una mujer que inicia una relación de pareja con otra persona que tiene peques de una relación anterior, y no llega para quitar el lugar de nadie, ni para restar, sino todo lo contrario. 

La llegada de la madrastra a la familia puede sumar y mucho porque el amor no se divide, el amor suma y se multiplica cuanto más amor damos. Por eso ante la llegada de la madrastra lo que sucede es que nacen nuevos vínculos y nuevas figuras de referencia para las criaturas. 

Las dificultades surgen principalmente en dos sentidos:  

La madre separada: quién ante la llegada de una nueva figura femenina en la vida de sus peques, teme que su lugar como madre sea usurpado. Es fácil que ella conecte con sus miedos que tienen más que ver con su niña interior, con su herida primaria. Miedo al vacío, al abandono, a no ser suficiente, a que ya no la quieran, a que la otra persona sea mejor que ella… 

La madrastra: carga con un rol que no ha elegido de primeras, sino que le ha venido dado al enamorarse de una persona que ya tenía peques. Un rol que lleva consigo numerosas cargas sociales y juiciosas que dificulta saber cuál es su papel en esa familia enlazada que ha nacido con su llegada.

Los miedos son los mismos y vienen del mismo lugar: la niña interior herida. Se pone en alza entonces sus inseguridades y el miedo tanto a no hacerlo bien como a no ser suficiente, entre otros. 

Como ves, tanto de una mujer como de otra lo que se mueven ante el rol de madrastra es miedo, miedo y más miedo. ¿Y ahora qué? 

Te puedes quedar en la visión del miedo donde nunca encontrarás paz, plenitud ni satisfacción y en su lugar mantendrás una inquietud constante que a veces sentirás con más fuerza y otras con menos. O puedes cambiar tu visión para siendo la situación la misma, mirarla con otras gafas diferentes, las gafas del amor. 

Para poder hacer ese cambio, seas tú la madre separada o la madrastra, es importante que primero puedas reconocerte a ti misma todos los miedos que sientes. Ponle nombre a cada uno de ellos, mira con qué situaciones y/o miedos de tu infancia puedes conectarlos, háblale a cada uno de ellos y háblale a tu niña interior. Explícale cómo ahora ya eres adulta y tú te vas a hacer cargo de la situación, por eso no tiene que preocuparse. 

En la medida en la que puedas reconocer tus heridas de la infancia y puedas automaternarte, irás sanando y pudiendo tener puestas cada vez durante más tiempo las gafas del amor. 

Eso no significa que tengáis que ser amigas, sino que puedas dejar de verla como tu rival. La madre separada es fácil que vea a la madrastra como rival en la relación con los hijos y la madrastra a la madre separada como rival en la relación con el padre, pues puede temer que este vuelva a enamorarse de la madre. 

Miedo, miedo y más miedo de nuevo. 

¿Y qué se le está enseñando mientras tanto a las criaturas? A esos niños y niñas que no entienden de rivalidad en el amor sino todo lo contrario. 

Somos seres amorosos por naturaleza y las criaturas, sobre todo antes de la llegada de la adolescencia, están muy conectadas a su esencia, por lo que es muy fácil que vivan las situaciones nuevas con las gafas del amor puestas. Salvo cuando reciben contaminación adulta, donde entonces es fácil que entren en conflicto de lealtades. 

¿Qué pueden ganar ante la llegada de la madrastra?

Ganan en contar con una persona más que les proporciona amor, cuidado, confianza… una figura más de referencia en su vida. 

El rol de madre y el rol de padre está muy definido en nuestra sociedad, mientras que el de madrastra no. Y depende mucho de cada familia y de cómo sean las relaciones que esta ocupe un lugar u otro en la relación con las criaturas.

Sin embargo, hay algo que está muy claro, en el corazón de los hijos e hijas el lugar que ocupa su madre y su padre no lo puede ocupar ninguna otra persona. 

Imagina que su corazón es un patio de butacas, pues bien, delante de todas las butacas hay dos tronos que son de las mismas dimensiones y están a la misma altura. Uno de estos es para mamá y el otro es para papá.

En la primera y segunda infancia somos su dios y su diosa y nadie puede ocupar nuestro lugar, incluso en los casos en los que hay negligencia por parte de uno de los dos, las criaturas siguen teniendo ese espacio sagrado en su corazón para cada progenitor. 

Ese patio de butacas que está en su corazón va creciendo en la medida en la que van incorporándose nuevas personas a sus vidas y cada una de ellas viene a enseñarles y aportarles algo que ninguna otra persona puede enseñarles ni aportar. 

Como les decimos a nuestros peques, el corazón es como un globo, cuanto más soplas más crece, pues a cuantas más personas amamos, más crece nuestro corazón. 

La madrastra y el padrastro podrán llegar a ocupar sillones preferenciales en ese patio de butacas del que te hablo, pero serán eso, sillones preferenciales, no tronos porque el lugar que ocupa un padre y una madre en su corazón es SAGRADO.  

Otra de las dificultades que se dan en la relación madre separada y madrastra surge del padre, quien puede que busque en la madrastra que ella asuma la responsabilidad maternal cuando sus peques están con él y su pareja. 

Al tener escasos referentes de padres presentes, muchos hombres se sienten perdidos en su rol de padre e inconscientemente buscan que su compañera ejerza por él sus responsabilidades parentales. 

Una vez más se ponen de relieve los miedos, en este caso del padre, quien se encuentra desorientado en su rol en la crianza de sus peques . Muchas veces porque en la relación de pareja anterior era la mujer quien llevaba el mayor peso de la crianza. Vuelven a flote miedos al vacío, a no ser suficiente, a no hacerlo bien… 

Como siempre digo, no todo está a tu alcance, lo único que puedes controlar es lo que está de piel para dentro. Está en ti decidir qué gafas quieres ponerte para ver la familia que sois, una familia cuyo molde ha crecido y se ha ensanchado dando cabida a más personas.

Ese cambio de mirada no tienes que hacerlo de hoy para mañana, requiere consciencia, autoobservación y práctica. Date tiempo, no te presiones y trasciende la mirada del miedo al amor, eso te permitirá vivir con más paz.

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: divorcio, divorcio con hijos, madrastra, madre separada, Separación, separación con hijos, separación consciente, separaciones, ser madrastra

LA SEPARACIÓN CONSCIENTE

Escrito por Rocío y Miguel Ángel Deja un comentario

¿Por qué la Separación Consciente es tan importante ante un divorcio? ¿Por qué separación consciente? ¿Cuál es la diferencia con la separación al uso?

La diferencia es enorme. En la separación consciente, como en la crianza consciente, a diferencia de la tradicional, ante cualquier toma de decisión hay una reflexión, un cuestionamiento acerca de la misma. Además, se hace teniendo en cuenta a los hijos e hijas como personas, como partes afectadas de cada decisión valorando sus necesidades y momento del desarrollo vital en el que están. 

Si nos dejamos llevar por la inercia educamos desde nuestro automático, desde el registro que tenemos en nuestro cerebro, es decir, tal y como lo hicieron con nosotras. Sin embargo, en la propuesta de crianza consciente lo que se pretende es que paremos, que nos cuestionemos cada decisión y la tomemos desde la conciencia de lo que estoy haciendo, diciendo y cómo. 

En el caso de las separaciones de pareja, si lo hacemos desde el automático podemos caer con facilidad en separarnos desde el conflicto, desde las heridas de cada persona adulta, y en ese momento se nos olvidará cuidar y proteger a quienes más lo necesitan en este momento, los hijos e hijas.

Durante muchísimos años se nos ha hecho creer, especialmente a las madres, que separarnos es lo peor que le podemos hacer a nuestros hijos e hijas y el mensaje era algo así como que ya quedarían “marcados” de por vida. 

Sin embargo, ahora sabemos que no es así, que la separación y el divorcio en sí mismo no tiene por qué ser causa de problemas psicológicos en los niños y niñas. Es un acontecimiento que puede ser muy doloroso, pero con tu ayuda, y si es posible, la de tu ex pareja, lo pueden asimilar y podrán vivir felices adaptándose a la nueva estructura familiar. Y es que lo malo no es la separación, sino todo el peso que le ponemos a esta por las etiquetas, juicios y creencias limitantes.

De hecho, lo que sí influye mucho y negativamente es convivir con una pareja que no se quieren como tal, que se pelean o que no se respetan, pues en esos casos las criaturas van absorbiendo toda esa tensión. Y mantener durante mucho tiempo una situación así, hará que los niños y niñas aprenda a relacionarse con los demás a través de discusiones, peleas y faltas de respeto, normalizando el hecho de vivir en un ambiente carente de cariño y amor.

En la Separación Consciente las necesidades de las criaturas quedan cubiertas y esto permite que una vez vivida la adaptación a la nueva estructura familiar, se pueda integrar la separación o divorcio, y entonces se termina convirtiendo en algo más de la vida, en una etapa más, no es un punto de inflexión hiriente o traumático.

Y es que una separación no tiene porque ser traumática ni mala, lo que puede dañar es una mala gestión de la separación, por eso es importante recabar información y tener en cuenta otras formas de llevar a cabo un divorcio como es a través de una separación consciente.

La separación de pareja es cosa de dos y cada cual es libre de elegir qué quiere cocrear en esta. No puedes controlar lo que hace la otra parte, lo único que está bajo tu control es de piel para dentro y puedes llevar a cabo una Separación Consciente aunque tu ex no esté por la labor, en este vídeo te cuento más sobre ello.

La Separación Consciente se basa en dos pilares fundamentales: 

  1. Poner en el centro de cada una de las decisiones las necesidades de los hijos y las hijas.
  2. Vivir la separación desde tu centro, desde tu yo adult@.

Para atender el primer pilar es imprescindible que atiendas el segundo, y es que con el fin de la relación de la pareja es fácil que se abran heridas que nada o poco tienen que ver con la relación, y mucho con la infancia e historia de vida de cada cual. 

Por eso mismo es importante que te hagas cargo de lo que a ti se te mueve, de tu dolor, tus miedos, dudas, culpas… para así poder después tomar cada decisión desde la persona adulta que eres y no desde tu niñ@ interior.  

De lo contrario, es fácil que os terminéis comportando como dos peques peleando, pues si cada uno se posiciona en su niño y niña interior, ¿quién se hace cargo responsablemente de los hijos? Si ambos termináis peleando en una batalla de egos, los hijos e hijas se quedan huérfanos emocionalmente. 

Tus peques no tienen recursos a los que acceder más allá de sus referentes, especialmente su madre y/o padre, sin embargo las personas adultas, a las que se nos supone maduras, podemos acceder a ayuda que nos permita transitar momentos difíciles, como pueden ser ayuda de familiares, amistades o profesionales. Es importante que encuentres tu propio espacio para desahogarte y nutrirte para así poder vivir la separación desde tu centro, es decir, llevar a cabo una Separación Consciente. 

A veces la tendencia es caer en el lamento y el victimismo, los hechos pueden favorecerlo porque hay situaciones realmente complejas y difíciles, sin embargo con ayuda puedes afrontarlas mejor. Piensa que si para ti son difíciles, mucho más para tus criaturas y su inmadurez cerebral les impide procesarlas con ligereza. 

Por ello es tan importante que te ocupes de ti y encuentres el sostén emocional que necesitas para transitar todo el malestar que la situación te puede generar. La mayoría de las veces no vas a poder cambiar lo de fuera, pero sí puedes elegir cómo quieres afrontar la situación. 

Tenemos tan integradas las creencias limitantes en torno a la separación y tantos juicios hacia esta, que vivimos algunas cuestiones como verdad cuando no tienen por qué serlo. Cuestionarte las creencias puede ayudarte a vivir la situación con más paz y mucho menos sufrimiento. 

La idea de que la separación traumatiza a los hijos y que además es una decisión egoísta por parte de los padres, quienes «ya no saben aguantar por los hijos”, genera una culpa y sufrimiento que dificulta mucho poder vivir la separación desde el yo adulto. Al margen de que ese aguantar por los hijos es cargarles a ellos con una responsabilidad que nos les corresponde, pues en esos casos actúan como hijos pegamento forzando una relación de pareja cuyo ciclo como tal ha terminado. 

Las criaturas no necesitan a unos padres conviviendo forzosamente, necesitan amor y que sus necesidades básicas sean cubiertas. Y para cubrir esto, la convivencia no es un elemento indispensable. Lo importante no es la forma de la estructura familiar, sino que sus necesidades sean atendidas, siendo esto lo que va a favorecer una buena adaptación al nuevo molde familiar .

Ofreciéndoles el sostén emocional que requieren durante la adaptación y atendiendo sus necesidades emocionales, estarás llevando a cabo una Separación Consciente y mucho antes de lo que puedas imaginar, vuestro nuevo molde familiar te parecerá lo más normal del mundo. 

Lo que necesitan tus peques en el proceso de separación

Según la edad y el momento evolutivo en el que se encuentran sus necesidades varían, sin embargo, hay unas necesidades básicas que son iguales para todas las personas y muy importante cubrir en la infancia. 

Me refiero a la necesidad de sentirse sentido, es decir, visto, escuchado y atendido, así como a la necesidad de sentir que es válido, amado y la necesidad de pertenencia. Tenerlas cubiertas les ofrece la sensación de seguridad, protección, confianza y cuidado que requieren durante toda la infancia y también en la adolescencia.

Ante la separación el suelo de su familia se tambalea, se da un cambio importante y la estructura familiar en la que han crecido se va a ver muy modificada, por ello surgen en muchas ocasiones inseguridades que en los más pequeños se traducen en miedos y estos a su vez en comportamientos poco habituales. 

¿Cómo cubrir esas necesidades?

  • Ante el proceso de separación de sus progenitores necesitan saber que seguís queriéndoles y amándoles por encima de todo. Que vuestra relación de pareja cesa pero no vuestra relación como madre y padre. Porque aunque a veces pueda pesaros, seguís siendo familia y necesitan saber que seguiréis siendo siempre su madre y su padre, pues ese rol no deja de existir en ningún momento. Eso les ofrece sensación de seguridad, protección, confianza y atiende la necesidad de pertenencia.  
  • Igualmente necesitan saber que pueden seguir amándoos a ambos. Que el hecho de que ya no seáis pareja no supone que tengan que elegir entre uno de los dos, sino todo lo contrario, que es bueno que os sigan queriendo a cada uno de vosotros. Saber esto les calma y apacigua la posibilidad de que se de algún conflicto de lealtades, lo cual genera mucha culpa y malestar emocional. 
  • Es importante que en el nuevo molde familiar haya una estructura. No importa tanto cómo sea esta como que exista. Lo ideal es que a la hora de establecer dicho orden se tenga en cuenta el momento evolutivo de las criaturas y sus necesidades para establecer un apego seguro. 
  • Aunque la separación no sea mala ni dañina supone un cambio vital que requiere un proceso de adaptación. Para que puedan integrar este cambio vital es necesario que una de las partes o las dos podáis validar las emociones que afloren en los más pequeños. Se trata de que les escuches con los oídos, los ojos y el corazón, y para que tu escucha sea limpia y no proyectes tus propias emociones en tus peques. Para que esto sea posible es crucial que primero tú transites tus propias emociones, y si lo necesitas busques ayuda tal y como te contaba antes. 
  • Y en el proceso no te centres en su comportamiento si te resulta molesto. El mal comportamiento no es más que la forma en la que sabe y puede hacerte saber que te necesita, que tiene un malestar interno que no sabe gestionar. 

Y es que su comportamiento puede que no sea apropiado, pero lo que siente siempre es lícito. Conecta con lo que está sintiendo y ponle palabras. Recuerda que la palabra siempre calma y cura y sentir que le escuchas, que le entiendes, que su emoción es validada es cubrir muchas de sus necesidades básicas más importantes.

¿Es una utopía?

Una Separación Consciente no es una utopía, es una realidad cada vez más habitual. Lo que sucede es que en nuestra sociedad tenemos muy normalizada la guerra, el conflicto y todo lo que nace del miedo, sin embargo aquello que nace del amor, como es una Separación Consciente, se ve como algo extraño e imposible.

No lo es, y en el Congreso Creando Nuevas Familias ofrecimos muchos ejemplos a través de personas que han llevado a cabo una Separación Consciente. Nos falta información y modelos de referencia y de ahí que desde Creada queramos ofrecer ambas cosas, para visibilizar que se puede. Y que no es cuestión de tener suerte o ser especiales, sino de tener la información necesaria para poder llevarla a cabo.

Ahora bien, una Separación Consciente no e una garantía de una buena relación con tu ex pareja. Eso puede darse en ocasiones como consecuencia de que tú la lleves a cabo, pero esa buena relación no depende solo de ti, es cosa de los dos.

Lo que sí ofrece la Separación Consciente es la tranquilidad de poder aportarle a tus peques lo que necesitan de ti para crecer emocionalmente sanos. Tú puedes enredarte en la lucha de egos o salir de ahí, ocupar tu responsabilidad parental y entonces ser la cueva, el refugio que tus peques necesitan. Y ofreciéndoles el sostén emocional que te he comentado antes se irá reparando el perjuicio que la otra parte pueda estar ocasionando en los casos en los que así sea.

Más adelante escribiré un post sobre qué pasa cuando tu ex no está disponible para una Separación Consciente, por ahora puedes ver el vídeo de YouTube que te enlacé al inicio de este post y donde hablo sobre ello o si prefieres escucharme mientras vas en el coche o haces cualquier otra cosa, puedes hacerlo desde nuestro Podcast.

Y si quieres profundizar en la Separación Consciente, conocer muchos otros casos de madres que la han llevado a cabo, así como acceder a recursos de comunicación, libros, guías, mini cursos y mucha otra información muy útil y práctica, accede al Congreso Creando Nuevas Familias y ten el acceso para ti para siempre.

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: divorcio, divorcio con hijos, divorcio sano, Separación, separación con hijos, separación consciente, separaciones

LA CULPA EN LA SEPARACIÓN

Escrito por Rocío y Miguel Ángel Deja un comentario

¿Qué es la culpa? ¿Por qué pesa tanto en el proceso de separación?

Con la maternidad parece que nos dan la canasta con utensilios para el cuidado de la criatura que acaba de nacer y la mochila cargada de piedras de culpa. 

Y claro, una de las piedras más grandes y pesadas surge con el proceso de separación al pensar que somos nosotras quienes les estamos causando un daño muy perjudicial a nuestras criaturas o no somos capaces de evitarles dicho daño. 

Bueno, ya he dicho muchas veces que la separación ni es mala ni daña. La separación es un proceso natural de la vida y lo que puede llegar a dañar es una mala gestión de esta, pero no la separación en sí. Porque lo malo no es la separación, sino todos los juicios y creencias limitantes que hay en torno a esta. 

La culpa juega un papel muy importante porque en la medida en la que sientes culpa no te responsabilizas de lo que sí puedes hacer.  Mientras que la culpa te atrapa y te deja en la victimización y lamento, la responsabilidad te lleva a la acción. 

Desde la culpa es fácil que: 

  • No pongas los límites que tus peques necesitan. 
  • Proyectes en tus criaturas tus propias emociones.
  • No ejerzas el sostén emocional que necesitan ni como necesitan.

Y otras muchas cuestiones. Por eso hoy quiero hablarte de la culpa, para que puedas entenderte mejor y puedas liberarte de ella para vivir desde la responsabilidad. 

La culpa y la prostitución afectiva

La culpa es un invento, es la forma de mantenernos en un camino que se supone que es el correcto, como si cualquier otro fuera erróneo. 

A mí me gusta echar la mirada atrás, creo que conocer de dónde venimos nos ayuda a entendernos y comprender nuestros propios comportamientos. Y si hablamos de culpa no podemos dejar de lado la tradición judeocristiana de la que procedemos. 

¿Recuerdas el rezo del Credo cuando decía “por mi culpa, por mi culpa, mi gran culpa”? Había unas normas para todo el mundo y quienes se salieran de ellas por voluntad propia o ajena era señalado y castigado.  

Aunque no compartamos esa idea o la religión católica, la realidad es que este tipo de creencias están muy arraigadas al haberse transmitido durante muchas generaciones y requiere poner mucha conciencia liberarnos de ellas. 

Además está la necesidad de pertenencia, que es una de las necesidades básicas y que nos llevan en nuestra primera infancia a prostituirnos afectivamente, de manera que crecemos tratando de contentar a quienes nos rodean, y claro… vivir así es como ponerle una alfombra roja a la culpa e invitarla a pasar. 

Me explico: 

Al nacer las personas careceremos de personalidad y carácter. A lo que más llegamos es a tener temperamento, que para entendernos te diré que es como «los genes del carácter». Es esa parte del carácter que se activará o no en función del contexto y situaciones que vivamos durante nuestros primeros años de vida. 

De los 0 a los 7 años se va forjando la personalidad, y esta se crea adaptándose al medio, al grupo al que pertenece esa persona pequeña. Esa persona, tú cuando tenías esa edad, necesitabas sentir que pertenecías a ese grupo (familia), necesitabas sentirte querida y para satisfacer esa necesidad, te adaptaste al medio haciendo aquello que sentías que era aprobado por las personas de referencia de tu mundo, especialmente tus progenitores. 

Es lo que llamo prostitución afectiva. No te comportabas según tu Ser, tu esencia, sino de la forma en la que los demás esperaban de ti. Hacías lo que se suponía que tenías que hacer, no lo que sentías. 

A partir de los 6-7 años, cuando la personalidad ya está más o menos hecha, se produce la cronificación de esta, y como resultado de dicha cronificación se da el carácter.

El carácter no es más que el personaje que nos hemos creído ser. Es la forma en la que en ese primer septenio de vida aprendemos a desenvolvernos porque sentimos que así es como encajamos en el mundo. Sentimos aceptación y aprobación de los demás, cubriendo así una necesidad básica, la de pertenencia, pero a costa de la desconexión con nuestro propio Ser. 

Al vivir pendiente de la aprobación de los demás, cualquier acto o decisión que se aleje de las expectativas que los demás tienen sobre ti, es fácil que caigas en la culpa. Por eso te decía antes, que la culpa es la forma de mantenernos en un único camino ¿cuál? El que los demás esperan de ti. 

Desde mi punto de vista no hay nada que esté bien o que esté mal. Hay cosas que te dan paz y otras que te quitan paz. Para saber reconocer tu camino, para sentirte libre y merecedora de vivir tu propia vida, existe un camino y no es hacia fuera, sino hacia dentro: conectar contigo misma. 

En la infancia nos desconectamos de nuestra esencia, de ahí la importancia de la crianza consciente, para ayudar a nuestras criaturas a sentirse vistas y amadas por Ser. A sentirse valiosas por lo que son y no por la forma en la que se comportan. 

El personaje que nos creamos nos sirvió en una parte de nuestra vida, cumplió su función. No se trata de que ahora lo destierres y reniegues de él, en absoluto. Sino que le agradezcas lo que te ha aportado y la función que ha cumplido, para ahora irte permitiendo cada vez más conectar contigo, escucharte y vivir en consecuencia a esa escucha interna. 

A la única persona del mundo a la que tienes que serle fiel es a ti misma. Es contigo con quien vas a pasar todos los días de tu vida. 

¿Por qué aparece la culpa en la separación con tanta fuerza?

Porque una separación, y más si eres madre o padre, está muy mal vista todavía. Porque hay multitud de creencias limitantes y juicios en torno a esta y porque si no le pones conciencia es muy fácil que vivas la vida esperando la aprobación ajena, y la separación no es algo que en general las personas del entorno aprueben.

Por eso es importante que le pongas conciencia a por qué te sientes culpable. Te mereces vivir tu propia vida, una vida fiel a lo que sientes, fiel a ti misma. Una vida plena y feliz porque ese sin duda es el mejor y mayor regalo que puedes hacerles a tus peques. Todo lo demás sobra. 

Sucede que cuando nos atrevemos a tomar decisiones desde nuestro fuero interno, desde la conexión con nosotras mismas, no estamos acostumbradas y corremos el riesgo de sentir que estamos traicionando a las personas de nuestro entorno. 

Y déjame decirte una cosa, no estás traicionando a nadie, estás viviendo tu propia vida, Y TE LO MERECES. La vida es efímera, y quizás larga, pero se esfuma en un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué vida quieres vivir, la tuya propia o la que los demás esperan que vivas? ¿La que tú sientes o la que se supone que es correcta? ¿Correcta en base a qué o a quién? ¿Qué o quiénes establecen qué es correcto y qué deja de serlo?

En el Congreso Creando Nuevas Familias hablamos con varias ponentes sobre la culpa y muchas de ellas contaban cómo habían llevado a cabo su proceso de separación consciente. Si quieres sentirte acompañada, conocer diferentes casos de separaciones conscientes, aprender a comunicarte de otra manera con tu ex y tener más recursos y herramientas para el día a día con tus hijos. Entonces regálate el acceso PARA SIEMPRE del congreso. Así tendrás disponible las 36 ponencias + los mini cursos, guías, libros y descuentos en asesorías que prepararon las ponentes para el congreso 😉.

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: culpa, divorcio, divorcio con hijos, madre separada, madres separadas, padres separados, Separación, separación con hijos, separación consciente, separaciones

  • « Ir a la página anterior
  • Ir a la página 1
  • Ir a la página 2
  • Ir a la página 3
  • Ir a la página 4
  • Ir a la página 5
  • Páginas intermedias omitidas …
  • Ir a la página 7
  • Ir a la página siguiente »

CREADA utiliza cookies técnicas, de personalización, de análisis, propias, que tratan datos de conexión y/o del dispositivo, así como hábitos de navegación para facilitarle la navegación, analizar estadísticas del uso de la web y personalizar publicidad. Obtener más información

¿Tienes alguna duda?

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Puedes revisar nuestra política de cookies en la página de cookies.

Cookies estrictamente necesarias

Las cookies estrictamente necesarias tienen que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.

Estas cookies son:

  • Sesión de usuario
  • Comentarios
  • Seguridad
  • Aceptación de cookies

Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.

Cookies de analítica

Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.

Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.

¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!

Cookies publicitarias

Esta web utiliza las siguientes cookies adicionales:

  • Hotmart
  • Facebook

¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!