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Separaciones Conscientes

¿PANTALLAS SÍ O PANTALLAS NO?

Escrito por Rocío y Miguel Ángel 2 comentarios

Cómo gestionar los conflictos por las pantallas cuando hay normas diferentes en casa de papá y en casa de mamá. 

No vengo a decirte lo que tienes que hacer ni cuál es la solución. Lo que pretendo con el post de hoy es ayudarte a reflexionar sobre este tema, sobre el del uso de las pantallas en la infancia. Para que así, puedas crear la fórmula y normas que te valgan a ti y tu familia. 

Y que, igual que no existimos dos personas idénticas, tampoco dos familias iguales, por eso no hay soluciones únicas y estándares. Lo que sí existen son consecuencias genéricas al uso de las pantallas, y que valorando estas y tu situación, puedes entonces encontrar el equilibrio que le vale a tu familia. 

Dicho lo cual, ¿pantallas sí o pantallas no? Depende mucho del para qué y la edad. Y es que no se trata de demonizar las nuevas tecnologías, que han venido para quedarse, sino aprender a utilizarlas. 

La dificultad que tenemos las madres y padres de hoy es que este tema nos ha venido un poco grande, pues la mayoría no nos hemos criado con ellas y no sabemos entonces cómo educar al respecto. Además solemos hacer un uso irresponsable de ellas, por lo que les pedimos unos límites y normas que son incoherentes con el uso que hacemos quienes somos su modelo de referencia. 

Las dificultades de las pantallas son varias, yo hoy destaco las tres principales para mí: 

  • Funcionan como anestesia emocional. Este uso está muy propagado entre la población adulta, quienes en muchas ocasiones las usamos como anestesia emocional, para dejar de sentir y evadirnos de nuestras responsabilidades, emociones y preocupaciones. Entonces nos desconectamos de nuestra esencia, de nuestra escucha interna. Cuando en momentos así nuestros peques nos reclaman, nos sienten out, ven nuestro cuerpo pero no nos sienten y por eso nos reclaman de esa forma tan desagradable y molesta, pues buscan nuestra atención como saben y pueden. 

Cuando los niños y niñas utilizan también las pantallas así, como tapa emociones, la dificultad es que esto permanezca de forma continua en el tiempo, pues entonces la capacidad de conectar con sus propias necesidades y deseos se reduce muchísimo. Además, que pierden capacidad de conexión contigo y el resto de personas de su entorno. 

Las pantallas tapan la sensación de vacío y soledad, por eso no es sano este uso. Porque entonces se perpetúa en el tiempo esta necesidad de buscar tapones exteriores con los que taparlo. 

  • Son adictivas. Las pantallas enganchan, no es tan fácil decidir un tiempo de uso y cumplirlo. ¿Te ha pasado alguna vez abrir alguna red social “un momentito” que termina por convertirse en una hora o más? El nivel de adicción y excitación que producen las pantallas en el cerebro es muy alto, y por eso enganchan. Por lo cual es fácil que ante un momento de aburrimiento o de no saber qué hacer, piensen rápidamente en la pantalla y sea lo que deseen hacer. Igual que puede pasarte a ti o a mí si no hacemos un consumo consciente de estas. 
  • A costa de. El tiempo en las pantallas, especialmente en la infancia, y aún más en la primera infancia (0-6 años), siempre es a costa de algo. Hay algo que se está perdiendo su desarrollo cerebral mientras están mirando un dispositivo digital. ¿Por qué? Porque en esa etapa su cerebro está en pleno desarrollo y es una esponja, lo absorbe absolutamente todo sin distinguir qué es verdad y qué es ficción (otra de las dificultades de las pantallas). En esa etapa se está construyendo su propia visión del mundo y el ritmo natural del cerebro es muuuuucho más lento que el de las pantallas. 

Las pantallas ofrecen una sobreestimulación que perjudica la capacidad de asombrarse a los niños y niñas por las cosas reales del día a día, y pierden entonces interés, motivación e incluso capacidad de ilusionarse. Catherine L´Ecuyer, en su libro Educar en el asombro afirma “cuando presentamos al niño pequeño estímulos externos de manera que estos suplantan su asombro, anulamos su capacidad de motivarse por sí mismo. Al final el niño se apalanca y no es capaz de ilusionarse ni asombrase por nada.Tiene el deseo bloqueado. En algunos casos, su adicción a la sobre estimulación le llevar a buscar sensaciones cada vez más fuertes, a las que también se acostumbra, algo que le llevará una situación de apatía sostenida, de falta de deseo, de aburrimiento”.

Tomás de Aquino decía “el asombro es el deseo para el conocimiento”, y es que el asombro es lo que nos suscita interés a las personas, de la edad que sea, para saber y aprender más. 

Creo que la cita inicial del libro Educar en el asombro resume perfectamente la idea que te quiero transmitir: 

“Cuando muy niños, no necesitamos cuentos de hadas, sino simplemente cuentos. La vida es de por sí bastante interesante. A un niño de siete años puede emocionarle que Perico, al abrir la puerta, se encuentre con un dragón: pero a un niño de tres años le emociona ya bastante que Perico abra la puerta”. 

G-K. Chesterton 

Sabiendo esto, entonces las quitamos todas de en medio, ¿no? NO. Desde mi punto de vista no se trata de demonizar las pantallas, sino de conocerlas para hacer un uso responsable de las mismas. La tele, el móvil, la Tablet, redes sociales, videojuegos… no es cuestión de decidir si son algo bueno o malo, sino decidir qué uso le damos para convertirlas en algo beneficioso. 

Vaya, que sean una herramienta en lugar de ser esclavos y esclavas de las pantallas. 

Por ello, al establecer las normas y límites en tu familia, puedes tener en cuenta lo anterior y lo que te comento a continuación. Aunque antes me gustaría aclarar la diferenciación entre límites, que son los que ponemos para salvaguardar la integridad física y/o emocional, y normas, que son los acuerdo establecidos para favorecer una buena convivencia, equilibrando las necesidades de cada miembro de la familia. 

  • Revisa qué uso haces tú de las pantallas. Pues recuerda que su aprendizaje es por imitación y tú eres su modelo, junto a su padre/madre, por ello cuida en primer lugar la forma en la que usas tú los dispositivos digitales en casa. La coherencia es fundamental, y si eres coherente con el uso que tú haces y los límites que pongas al respecto, va a ser más fácil que los cumplan.
  • Reflexiona acerca de los límites que pones y después establece las normas que en vuestra casa o familia consideras importante atendiendo vuestras necesidades y situación. 
  • A lo que prohibo, invito. Establece los límites y normas con antelación, no en plena visualización de la pantalla, de esa forma estarás limitando desde la información y conexión. Además, cada vez que haga uso de las pantallas, en ese marco previamente establecido a través de los límites, recuérdaselos. Ten en cuenta que por su poder adictivo, es difícil el momento de apagar la pantalla.
  • Acompáñale en el uso. Cuando son más peques, y también no tan peques, las pantallas pueden utilizarse como momento de encuentro familiar. Ya sea viendo una serie o película, que además después puede generar conversación y entonces, conexión emocional. 
  • Interésate de forma activa por lo que le interesa. Esto es especialmente importante según van creciendo, pues no se trata de abrumarles ni juzgarles, sino interesarnos por lo que les gusta. Es una forma de conectar emocionalmente. Eso sí, dentro de los límites saludables, no todo vale. 
  • Propuesta y presencia. A veces las pantallas pueden ser la vía de escape a la soledad que sienten, por eso es importante que cuenten con nuestra presencia y tengan a su alcance propuestas de interés, que si son divertidas siempre serán mejores. 

No se trata de que las madres y padres nos convirtamos en animadores socioculturales de nuestros peques, no estoy diciendo eso. Pero sí que tengas a mano propuestas que les interesen. Menos es más, y a veces tienen tantos juguetes y amontonados de tal manera, que ni los ven. Eso no es que esté a su alcance. 

Si consideras que en casa el uso de las pantallas se te ha ido de las manos o es motivo de conflictos continuos, te animo a que te sientes a reflexionar primero tú en silencio. Después establece el marco de límites que consideras saludable y para terminar siéntate con tus peques para comunicarle lo que has pensado y decidido. 

Hazlo desde la honestidad. No nacemos sabiéndolo todo, más bien nada, y las nuevas tecnologías nos vienen grandes, sobre todo por lo mucho y rápido que cambian. Por ello puedes explicarles que no son al 100% buenas y por eso es importante hacer un uso responsable de estas. Igual que cuidas su alimentación y no les llevas todos los días a cualquier restaurante de comida rápida, tampoco les vas a permitir un consumo excesivo. 

Puedes comunicarles los límites y establecer las normas de forma conjunta, así les haces partícipes y es mucho más fácil que se responsabilicen de su cumplimiento.

¿Y cuándo en casa de su padre/madre hay otras normas?

Este es otro cantar, y es que, si siendo pareja puede haber discrepancias con los límites, tras un proceso de separación estas pueden ser mayores. O no. 

En cualquier caso, si en vuestra relación es viable la comunicación, os animo a que habléis, habléis y habléis para establecer los mismos límites. Eso sería lo ideal y os facilitaría mucho la vida. 

Ahora bien, esto no es siempre posible. De ser así, informa a tus peques de los límites y normas en tu casa, haciéndole saber que sabes que en su otra casa, en casa de papá (o mamá) es diferente. Y mantente firme en los límites en tu casa, pues de esa forma aprende a distinguir que en casa de papá son de una manera y en casa de mamá de otra. 

Si siempre es igual en casa de papá y siempre es igual en casa de mamá, no es tanto lío, aprenden rápidamente esa diferenciación. Cuando son más peques esto es más fácil, con la llegada de la adolescencia puede ser motivo de conflictos con más facilidad. 

Pero no te agobies si aún te quedan años para la adolescencia y ahora mismo vuestra comunicación no es fluida, pues vuestra relación como madre y padre no es perenne en la forma actual, va creciendo y evolucionando según lo hagáis cada cual individualmente.

Y recuerda, no está en tu mano cambiarlo a él o ella, ni es algo que te corresponda hacer. Tu campo de acción es lo que está de piel para dentro en vuestra relación, y lo demás, suéltalo y confía. Te dejo este post de Instagram en el que hablo de esto, por si te ayuda. 

Algunas recomendaciones

Como te decía al inicio, creo que no hay medidas estándares en el uso de las pantallas. Yo sí creo que cuanto más tarde mejor, pues no hay una necesidad real en los primeros años de vida. La demanda se da más bien por imitación. 

Por ello, en caso de hacer uso de las pantallas en la etapa infantil y/o primaria, te propongo algunas recomendaciones, por si te sirven:

  1. Cuida el contenido. Evita aquel que contenga violencia y sexo.
  2. Evita el uso de dispositivos digitales mientras estáis comiendo. Incluso en un bar. Para los momentos de espera puede llevar su mochila con cuaderno o algún juguete con el que se pueda distraer. Y elige lugares donde los niños y niñas no se vivan como un incordio. Igual cuando toca esperar en el médico o en cualquier otro momento.
  3. Establece un horario con principio y final, para ello los relojes con alarma funcionan muy bien para que sea un elemento externo el que recuerde el límite. O establecer un tiempo definido para el visionado con “uno o dos capítulos”, o el tiempo de una película o de una partida o las que sean; si se trata de un videojuego. 
  4. No lo utilices para calmar una emoción. Para calmarse, te necesita a ti con presencia, no una pantalla.
  5. Evita utilizarlas como premio o castigo. 
  6. Observa sus reacciones previas y posteriores al uso de las pantallas, pues no a todos y todas les afectan de la misma manera. 
  7. También puedes valorar la hora del día que le viene mejor, pues no es muy conveniente ni al inicio ni al final. Pero cada peque y cada situación vital es diferente. Por eso éstas son solo unas recomendaciones por si te sirven. 

Y por últimas te recomiendo un libro en este sentido que me gusta mucho y que ya te he citado antes, Educar en el asombro, de Catherine L´Ecuyer, y para tus peques y para ti. Desconectados, de Miriam Tirado, que también tiene recomendaciones al final del mismo. La historia que cuenta me parece muy bonita y real y que puede ayudar a muchas familias. Para ese momento de explicarle las nuevas normas y límites en casa, puede ser muy útil apoyarte en la lectura de este cuento.  

¿Qué te ha parecido el post de hoy? ¿Te ha ayudado? ¿Cómo llevas en casa el tema de las pantallas?

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: dispositivos digitales, pantallas, pantallas en la infancia, pantallas y niños

CONVERSACIÓN ENTRE UNA MADRE SEPARADA Y UNA HIJA DE PADRES SEPARADOS

Escrito por Rocío y Miguel Ángel Deja un comentario

Una separación consciente es posible aunque solo una de las partes esté disponible. 

Esta es la primera idea que destaco del directo que he compartido con Miriam Tirado en Instagram. Es un directo que he disfrutado mucho porque siendo yo madre separada y ella hija de padres separados, ambas compartimos la misma visión acerca de las necesidades de los niñas y niñas en un proceso de separación, así como dónde debemos poner el foco para que la situación no sea traumática para los hijos e hijas.  

En el post de hoy quiero contarte las dos ideas fundamentales de este directo. Agradezco mucho a Miriam que aceptara la invitación, pues me interesaba mucho que ella pudiera aportar también su visión sobre las separaciones. No sólo porque como profesional yo le tenga mucha estima, sino porque ella es hija de padres separados. Tenía 5 años cuando se dio el tránsito de un tipo de familia a otra, y me parecía que su voz en ese sentido podría tener un valor especial.

De hecho, quiero resalta antes que nada que ella afirmaba, como ya me habrás leído o escuchado tantas veces, que la familia no se rompe. Y es que, en efecto, ante una separación la familia no se rompe, sino que cambia de molde.

En relación a si es posible o no llevar a cabo una separación consciente cuando la otra persona no está dispuesta a ello, Miriam destacaba que afrontar una misma situación de dos formas diferentes es algo habitual seas o no madre separada. Sucede también en la relación de pareja, las personas que la forman pueden ver la vida, la crianza y tantas otras cuestiones, de forma diferente. 

La cuestión no está en tratar de que la otra persona lo haga como tú, ni que lo haga como es mejor para tus peques, sino en qué quieres hacer tú y cómo lo quieres hacer. Pues, como siempre digo, lo único que puedes controlar es lo que está de piel para dentro, lo que está de piel para fuera NO está bajo tu control. 

Muchas veces vivimos la vida, o situaciones vitales, con la falsa ilusión de control, pero es solo una ilusión. Por lo que yo te pregunto, si tu ex pareja lo está haciendo, a tu juicio, de forma deficiente y tú estás pendiente de cómo lo hace y deja de hacer tu ex… ¿quién está pendiente y atendido las necesidades de tus peques? 

La cuestión no está en la otra persona adulta, esa persona lo hace lo mejor que puede en ese momento. Tal vez lo esté haciendo muy torpemente, sí, yo no te digo lo contrario, pero si tú te centras en eso, si tu atención está en que cambie, en que se entere de tal o cual cosa o en que lo supere de una vez, estás poniendo el foco en el lugar equivocado. 

Y sí, me atrevo a decirte que en el lugar equivocado si lo que quieres es cuidar y proteger a tus criaturas. Porque es eso lo que quieres, ¿verdad? Pues pon la atención en ti y tus peques, en estar conectada contigo para poder estar presente con tus retoños. Es así como le vas a poder dar lo que necesita: sensación de protección, cuidado, confianza, seguridad y AMOR.  

Así que si te preguntas si es posible o suficiente llevar a cabo una separación consciente si solo tú estás por la labor, la respuesta es SÍ. Sí porque ya eres el 50% y eso es MUCHO, y es que, de lo contrario, sin ti, tus criaturas estarían huérfanos/as en el proceso de separación. 

No puedes ocuparte de tus peques mientras no está contigo, pero sí puedes hacer mucho cuando pasa tiempo contigo, y es ocuparte de la calidad de presencia que le das, del tipo de escucha que les ofreces, las conversaciones… y todo eso se lo quedan para formar parte de él o ella y de vuestra relación. Eso es lo que está en tu mano. 

Mi propuesta es que sueltes, que dejes la lucha de egos a un lado y no reproduzcas las dificultades y vicios de vuestra relación o la forma de relacionaros que teníais, ahora que estáis separados. Tal vez juntos no podáis encontrar otra forma de relacionaros, pero tú si puedes decidir relacionarte con tu ex de otra forma. Y es que, como decía Miriam en el directo, y como afirmo yo continuamente, dejáis de ser pareja pero SIEMPRE seréis madre y padre de los mismos hijos/as. Por lo que, ¿qué energía quieres cocrear tú en esa relación que vais a tener de por vida?

La otra idea importante que quiero destacar del directo es la importancia de poner en el centro de todas las decisiones a los hijos e hijas. 

Como madre separada siempre tuve muy en cuenta esto y reconozco que me supuso mucho trabajo y crecimiento interior, pues yo hubiese deseado en muchas ocasiones hacer las cosas de otra manera. ¿Cómo? Pues esas que me pedía el cuerpo pensando en mí y mis deseos. 

Pero es que las personas adultas somos quienes tenemos a nuestro alcance muchos más recursos que los niños y niñas, quienes ante un proceso de separación viven un cambio vital enorme. Pues salvo en los casos más drásticos donde la separación es una liberación para ellos y ellas, en el resto supone un cambio de estructura de vida muy grande. 

El modelo de familia que conocían hasta ese momento cambia y eso les genera inseguridad y entonces miedo. Por ello es muy importante hacerles sentir queridos, que el amor hacia ellos y ellas va a seguir estando para siempre pase lo que pase. Así como, tal y como te contaba antes, transmitirles protección, cuidado, confianza y seguridad. Y para ello es crucial tener en cuenta sus necesidades. 

Estas necesidades varían mucho en función del tipo de familia, los vínculos la edad que tengan… No existe un único manual, es otra de las cuestiones que hablamos en el directo, sino que se trata de, colocándote tú en tu centro, en tu yo adulta (o adulto) escuchar y observar con los ojos y el corazón a tus retoños. Para así, desde la conexión con tus peques y la honestidad contigo, vislumbrar sus necesidades y poder atenderlas en lo que a ti te concierne. El acompañamiento emocional en este tipo de situaciones es crucial, pues transitar sus emociones es lo que les va a permitir superar y adaptarse con más facilidad a la nueva estructura familiar.

Si quieres profundizar en estas ideas, puedes acceder a nuestro canal de YouTube, donde hablo sobre qué cuestiones tener en cuenta en una separación consciente y cómo llevarla a cabo si tu ex no está por la labor. 

Además en el directo hablamos de otras cuestiones como el papel de las nuevas parejas (madrastra y padrastro), cómo vivió Miriam en su infancia y adolescencia el hecho de tener dos viviendas y qué es lo que puede dañar e incluso traumatizar a los hijos e hijas en un proceso de separación o divorcio. Si quieres verlo no tienes más que acceder aquí.

¿Qué te ha parecido lo que has leído? ¿Te ha aportado algo nuevo? Me encantará leerte en los comentarios y que podamos reflexionar juntas o iniciar una conversación. 

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: madre separada, Separación, separación con hijos, separación consciente, separaciones

LAS EMOCIONES QUE MÁS AFLORAN DURANTE LA SEPARACIÓN

Escrito por Rocío y Miguel Ángel Deja un comentario

Tus peques necesitan que les ayudas a transitar sus emociones, para adaptarse a la nueva estructura familiar tras la separación.

La separación de la pareja conlleva un cambio en la estructura familiar. Es un cambio en la base de la vida de los niños y niñas, y eso puede generar mucha inseguridad y resistencia. Por eso es muy importante la forma en la que les acompañes emocionalmente durante el proceso de separación. 

En nuestra infancia no nos enseñaron a transitar las emociones, sino más bien a evitarlas o reprimirlas. Por eso ahora nos cuesta acompañar determinadas emociones de nuestros hijos e hijas. 

¿Cuáles son esas emociones que más te cuesta sostener? Pues esas probablemente son las que menos te has permitido o te permites en tu día a día. Generalmente son aquellas que tienen que ver con la rabia y la tristeza. Y estas son dos de las emociones que más afloran en las criaturas durante el proceso de separación.

¿Por qué es tan importante la expresión emocional?

Expresar las emociones que sentimos ante situaciones dolorosas es sanador. La mayoría de personas no estamos acostumbradas a expresarlas, especialmente aquellas que nos incomodan o nos resultan desagradables. 

Por eso muchas de nuestras heridas están enquistadas, porque no hemos liberado el dolor que nos causaron a través de la expresión emocional. Y cuando alguien, especialmente nuestros peques, se permiten expresar sus emociones de forma espontánea, nos remueve internamente y lo que nos nace es acallarlas para que las repriman. Pero eso, lejos de hacer que el dolor y la emoción desaparezca, lo que hace es enquistar la herida y perpetuar sus consecuencias. 

Por eso, en una separación, la forma en la que les acompañes emocionalmente va a facilitarle la adaptación a la nueva estructura familiar. Y para ello, es importante que tú te permitas transitar cada una de las emociones que sientas. 

Recuerda que cada emoción es como una ola, que viene y se va. Entre una ola y otra puede pasar más o menos tiempo, unas olas serán más grandes y otras menos, con más o menos fuerza, pero todas, absolutamente todas, vienen y se van. Pues así son las emociones. Ninguna viene para quedarse. 

¿Cómo hago de sostén emocional para mis peques?

Date permiso, surfea la ola y así podrás sostener a tus peques con todo tu ser. Al no tener tus emociones reprimidas, podrás acompañarle en sus emociones. De lo contrario te será más difícil escucharle e identificar lo que le sucede porque proyectarás tus emociones. 

Valida lo que siente en cada momento. Tal vez su comportamiento no sea adecuado, pero lo que siente sí que es válido y lícito. 

Muéstrate disponible y conecta con lo que está sintiendo. Así te será más fácil encontrar el origen de lo que le sucede. 

Pon palabras a lo que está sintiendo. Verbalizar el nudo que puede haber dentro, ayuda a que este se deshaga. 

No te olvides de los besos, abrazos y caricias en ese momento.

Habla y explícale pero sin prisas. La mayoría de las veces las personas adultas damos mil explicaciones, tenemos una verborrea muy fácil. Pero en esos momentos las explicaciones pueden sobrar y lo que necesitan es todo lo anterior.

Si estás conectada a ti y a tus peques, vas a saber hasta dónde explicar algo en ese momento o esperar, dejar que saque todo lo que necesita liberar y después, en otro momento, explicarle lo que consideres.

En un proceso de separación, las emociones que más afloran en los hijos e hijas suelen ser: 

AÑORANZA

Es una emoción que está muy presente en las vidas de niños y niñas con progenitores separados, pues muy a menudo echan de menos a uno de los dos, ya sea ante un momento de dolor o uno de alegría. Cuando es de dolor, porque el consuelo del otro le falta, no está cuando le gustaría. Y cuando es de alegría, porque le encantaría que le viera consiguiendo tal o cual cosa, o que le viera disfrutando como lo está haciendo en ese instante. 

Por eso, como te decía antes, es importante validarles que echen de menos a mamá o a papá, pues así les das permiso para que puedan sentirlo y de alguna forma le estás dejando el camino libre para que sientan amor por la otra persona, que es lo que necesitan. 

En este vídeo te cuento una anécdota que viví con mi hijo Unai. Él me decía lo que yo le tenía que contar a una madre, para ayudar a su hijo cuando el peque se acordara de ella, los días que el niño estaba con su padre. 

Son las palabras de un niño de 7 años que ya lleva años viviendo con padres separados, por lo que cual es una información muy valiosa, ya que no nace de la teoría, sino de la necesidad que él mismo ha sentido en algunos momentos de su vida.

CULPA

Suele aparecer con frecuencia y es muy importante que le ayudes a mitigarla, pues puede causarles mucho sufrimiento. Esta se hace aún más presente cuando están en la etapa egocéntrica. 

Pueden sentir culpa, por ejemplo, por estar pasándoselo muy bien con mamá y no está papá, o al revés. También puede aparecer esta emoción si percibe que hay algún enfado entre vosotros dos y puede sentirse culpable del mismo.

La culpa también puede aparecer al echar de menos al otro progenitor cuando están contigo. O si sienten que estáis enfadados y no pueden amaros a los dos. También pueden sentirse culpables por quereros a los dos, y me atrevo a decir que esta puede ser de las más dolorosas, de las que más les hacen sufrir, pues necesitan sentir libertad para quereros a ambos. Lo contrario les sitúa en conflicto de lealtades, y eso es muy doloroso. 

Valídales que sientan culpa y explícales que ese enfado que sientes o que habéis tenido ambos progenitores, no es culpa suya, libérale de esa carga. Si la culpa es porque han disfrutado sin ti o sin su otro progenitor, explícales que no os enfadáis por ello, sino todo lo contrario. Hazles saber que su mayor cometido ahora en la vida es disfrutar. Deséales siempre que disfrute al irse con mamá o papá.

Se dan muchos momentos y formas para mostrarles el camino libre para que disfruten y amen a su padre/madre, además de a ti. Cada despedida y recibimiento, y en muchos otros momentos en los que habléis, tendrás la oportunidad de decirles y recordarles que cuando se van, tú estás bien y te gusta y que te alegras mucho de que puedan disfrutar tanto con mamá como con papá. 

Necesitan saber que al irse de tu casa, tú vas a estar bien. Te recuerdo este post en el que te explico el porqué no te recomiendo que le digas que le echas de menos o que le has echado de menos. 

ENFADO

Se da a partir de la insatisfacción de no poder estar con ambos progenitores, de que la situación cambie sin que ellos y ellas quieran que así sea. También puede darse por sentir culpa, pues esta la expresan muchas veces a través del enfado. O pueden darse enfados por sentir que no pueden expresar lo que de verdad sienten o piensan. 

La dificultad mayor de esta emoción es que suele proyectarse hacia uno de los progenitores, en ese caso ten siempre presente que no es algo personal hacia ti o su padre/madre, no personalices el enfado. Si lo personalizas puedes vivir la situación con algunas emociones encontradas y acompañarles en su emoción se te va a hacer mucho más complicado.  

Tal vez te resulte más difícil validarles esta emoción que algunas de las anteriores, y es que la rabia es una de las que más, o la que más energía tiene y es una de las emociones más reprimidas, por eso es de las que más nos mueven en nuestro interior. 

Es importante que ante su expresión de la rabia, mantengas el doble foco, uno en ti para mantenerte en tu centro de adulto/a que eres y otro en tu hijo/a para acompañarle como necesita. Es importante que dentro de los límites sanos, pueda expresar el enfado que siente. E igual que con el resto de emociones, explícale, ponle palabras a su enfado y ayuda a poner orden interior. 

TRISTEZA

Estar sin papá o sin mamá les genera en muchas ocasiones mucha tristeza. El cambio, muy probablemente sea a mejor, pero eso tus peques no pueden saberlo aún, no pueden sentirlo. Viven el Aquí y el Ahora, el presente es lo que tienen y el ahora puede que les duela y sientan pena porque su estructura familiar, esa que han tenido siempre hasta ahora, cambia significativamente. 

Valídales que se sientan tristes, permíteles que lloren y que expresen cómo se sienten, y que lo hagan como saben y pueden según el momento. Hazlo sin proyectar tu propio dolor o tristeza, pues en ese momento tú eres su sostén. 

MIEDO

Lo sienten por la inseguridad que les genera la nueva situación. Su inseguridad viene sobre todo porque hay uno que ya no está. Hasta el momento de la separación su estructura familiar ha sido la que ha sido y es lo que conocían, ahora se enfrentan a una estructura nueva que les es desconocida. 

Una vez más valídale lo que siente y hablad de esos miedos y de cómo no tiene que ser fácil estar siempre sin mamá o sin papá y además cambiando de casa. Esta situación no es cómoda y proporciona inseguridad, por lo que cuanto más espacio para que puedan expresar sus necesidades y miedos, mucho mejor.  

Todas estas emociones no siempre lo expresan con palabras, sino también a través de sus conductas. Ante un proceso como es la separación o divorcio, se hace más importante que nunca que les escuches con los oídos, y sobre todo con el corazón. Es decir, mucha observación para poder saber dónde están, o al menos, por dónde andan más o menos. Y es que expresar verbalmente cómo se sienten, no siempre les resulta fácil, y según sean más pequeños, más difícil les es, por ello muchas veces expresarán su malestar a través de su comportamiento, más que con sus palabras.

Recuerda la imagen del iceberg. La parte que asoma por encima del agua es su comportamiento, que está expresando alguna necesidad que no se ve. Ve a la raíz, atiéndeles desde la conexión con tus peques, como te decía al inicio. 

¿Cómo llevas eso de acompañar a tus peques emocionalmente? ¿Te remueve mucho? ¿Y en el proceso de separación se te hace más fácil o más difícil? Te leo en los comentarios 😊

Publicado en: Separaciones Conscientes Etiquetado como: madres separadas, padres separados, Separación, separación con hijos, separación consciente, separaciones

LA RELACIÓN ENTRE HERMANOS EN UNA SEPARACIÓN CON HIJOS (Parte II)

Escrito por Rocío y Miguel Ángel Deja un comentario

En la primera parte de este post te contaba cómo favorecer una buena relación entre hermanos. Y digo favorecer, porque puedes ayudar a crear un ambiente de conexión entre ellos, pero no van a tener la relación que tú deseas. Su relación depende en gran medida de ellos/as. Ahora bien, la forma en la que tú les acompañes en su día a día va a ayudarles en su crecimiento y relación en un sentido u otro.

Especialmente en los conflictos, pues es en esos momentos cuando las personas más aprendemos. Y es fácil que si tomas partido por uno de los implicados en un momento de tensión, surgen rivalidades y celos. Por ello considero importante que como madres y padres cuidemos mucho la forma en la que les acompañamos en estos momentos. Y especialmente cuando se trata de hermanastros.

Y es que en una separación con hijos, si después se crea una familia reconstituida, la relación entre los peques de la casa no nace, sino que se crea. Y como te contaba al final de la primera parte de este post, es habitual que surgan rivalidades o celos por miedo a perder su lugar como hijo/a tuyo.

En los conflictos que surjan entre hermanos o hermanastros no hagas de juez.

Ten en cuenta que cada conflicto es una oportunidad de aprendizaje. Sí, lo sé, es muyyyyy cansado cuando tienen un conflicto tras otro, pero es que criar con consciencia es cansado. Antes de darte claves para acompañarles respetuosamente en sus conflictos, me parece importante recalcar, que integran los aprendizajes a partir de las situaciones que viven. Es decir, que cada experiencia vivida en primera persona les permite integrar el aprendizaje mucho más y mejor que cuando les decimos cómo tienen que hacer las cosas, por ejemplo. 

Por lo que la forma en la que aprendan a resolver los conflictos durante su infancia, va a ser una gran herramienta para más adelante. Así que merece que inviertas tiempo y energía en ello. 

Y es que muchas veces puede resultarte difícil, y es normal, pues a la mayoría de las personas adultas no nos enseñaron en nuestra infancia a resolver conflictos. Es más, tal vez aún te cueste trabajo resolver los tuyos y trates de eviatarlos.

Tus peques tienen la suerte de que tú quieres hacerlo de una forma diferente a como lo hicieron contigo y yo quiero ayudarte a que así lo puedas hacer. Por eso te cuento algunas cuestiones que puedes tener en cuenta para esos momentos.

Cambia tu mirada. 

Teniendo en cuenta que los niños y niñas son puro amor, en mi mente les veo como corazones con patas, cuando hay alguna conducta que se sale de esa imagen, no es más que la expresión de algún malestar que está sintiendo. Por lo que no veas a víctima y verdugo en el conflicto, mira más allá y entiende que hay dos (o más) peques con necesidades distintas. 

Quien aparentemente ha agredido, siente algún malestar interno que le ha hecho reaccionar así y quien ha recibido la agresión, física o verbal, tiene un malestar fruto de esa agresión. Por lo que ambos necesitan tu atención. 

No se trata de que pretendas resolver el conflicto, sino de que les acompañes en la resolución del mismo. Lo que viven en casa es un entrenamiento para el exterior, por lo que cada situación así es una oportunidad para aprender a gestionar los conflictos fuera del núcleo familiar.

A veces generan los conflictos de forma inconsciente buscando la atención de mamá, porque saben que ante una pelea o similar mamá va a acudir corriendo y van a tener tu presencial al 100%. Por lo que si detectas que últimamente hay muchos, para y revisa tu presencia con ellos, pues tal vez necesiten más tiempo de ti. Pero no solo estando de cuerpo presente, sino de cuerpo y mente, ya que muchas veces estamos físicamente pero no nos sienten presente porque nuestra mente está muy lejos. 

Escucha y valida todas las partes

Es importante que ambas partes, o tantas personas como haya implicadas en el conflicto, se sientan escuchadas y atendidas. Para ello no acudas como juez ni sentencies. 

Da voz a cada parte, escúchale y valida lo que esté sintiendo. Esto no quiere decir que valides el comportamiento que haya tenido, sino su sentir. Porque eso que siente, enfado, tristeza, frustración, arrepentimiento… es real y válido haya hecho lo que haya hecho, y necesita ser vista su emoción. 

Además, al darle voz a cada uno, estás permitiendo que se escuchen, que sepan cómo se ha sentido la otra persona y es una oportunidad para desarrollar empatía. 

Si estás ahí disponible, escuchando cada parte, probablemente encuentres el origen del conflicto y ellos terminen encontrando la solución. No te adelantes en ofrecerla tú, espera porque pueden encontrarla ellos de forma natural, y de no ser así pregúntales qué quieren hacer o qué solución se les ocurre. Te sorprenderán más de una vez, ya verás 😉

No te enganches en sus enfados ni que cunda el pánico dentro de ti. No temas que se enfaden entre sí, como te decía al inicio, esto no determina el tipo de relación del mañana. Céntrate en lo que Aquí y Ahora puedes hacer, que es ayudarle a sentirse visto, escuchado, atendido. Así puedes ayudarle a transitar esa emoción, a escuchar y conectar más contigo, con su hermano y entre vosotros como familia. 

Y en los casos de conflicto entre hermanastros todo lo que te acabo de contar es aún más importante, porque es fácil que sientan que te pones del lugar de tu peque. O justo lo contrario, que tú por miedo a ello, te posiciones a favor de tu hijastro/a para evitar caer en favoritismos.

Por eso mejor no te posiciones, escucha sin juicio, da lugar a que hable cada parte, valida todas las emociones que afloren y permite que encuentren la solución que consideren. Si a priori no se les ocurre puedes proponer ideas que se te ocurran y de ahí seguro que se les ocurre otra a su medida o les vale alguna de tus propuestas.

De verdad que cada conflicto es una oportunidad de crecimiento para vosotros. Sí, lo sé, en el día a día es agotador y en la teoría es genial pero en la práctica es mucho más difícil. Soy madre y por eso lo sé, pero si queremos acompañarlos mejor, necesitamos cambiar nuestra mirada en los conflictos. 

¿Cómo?

Con todo lo que te he comentado y sin dramatizar ni enjuiciarles. Esto a veces no es fácil porque lo podemos vivir como una injusticia que el mayor hace al pequeño, y eso puede despertar nuestra propia rabia. Pero ponlo en el lugar que corresponde: es algo muy habitual entre hermanos, debido a celos y a molestar del mayor, que nos está pidiendo atención y ayuda.

Por ello una clave que puede funcionarte muy bien es dedicarle, como te decía, tiempo de exclusividad diaria a cada uno. Es fundamental en sus vidas y esto puede ponértelo mucho más fácil el día a día de su relación.  

Y aquí es donde te digo algo fundamental y muy necesario… Cuídate. Date espacios de silencio y conexión contigo misma para poder cuidarte. Porque si tú no te cuidas, si tú no te atiendes, ¿cómo vas a cuidar a otros? Si tú no te escuchas ni atiendes, ¿cómo va a ser la calidad de atención y escucha a otros? 

Ya sabemos que criar con conciencia es cansado porque requiere cuestionarte muchas cosas, mirarte tú a ti continuamente para criar desde el manual y no desde el patrón automático que sale sin medida. Para paliar ese cansancio no queda otra opción que el hecho de que te cuides, te atiendas para así detectar qué necesitas tú. Y así después podrás dártelo o pedirlo en caso necesario. 

Pedir ayuda es de valiente, recuérdalo 😉 Acompañar de esta forma requiere tiempo, ir más despacio. Y eso pasa por priorizar entre todas las cosas que tienes en tu lista de “tareas pendientes”. 

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LA RELACIÓN ENTRE HERMANOS EN UNA SEPARACIÓN CON HIJOS (Parte I)

Escrito por Rocío y Miguel Ángel Deja un comentario

¿Quieres que tus peques tengan una buena relación entre sí? ¿Quieres que se cuiden y protejan y puedan contar el uno con el otro/a? Estoy casi segura de que tus respuestas son afirmativas, especialmente si estáis separados, pero ¿sabes qué? Que no depende de ti ni de su padre/madre nada más. 

El tipo de relación que tengan va a depender en gran medida de tus peques. Tú podrás favorecer un tipo de relación u otra, pero solo eso, y en este post te cuento algunas cosas que pueden ayudarte. 

Pero antes te cuento lo que a mí me sirve recordarme, para así soltar el control y las ganas de intervenir a cada momento:  

  • La relación entre tus peques es algo que gestan entre ell@s. Que, como tú, se van a pasar la vida aprendiendo y necesitan aprender de sus relaciones. Puede que desconozcas qué aprendizajes necesitan adquirir, lo que está claro es que la relación con su hermano/a le da muchas y continuas oportunidades de aprendizaje. Lecciones necesarias para su vida, por lo que deja que tengan la relación que necesitan tener.  
  • La relación que tienen hoy no tiene por qué ser la relación del mañana. Muchas veces las relaciones entre hermanos son más estrechas en la etapa adulta. La vida da muchísimas vueltas y nunca sabemos qué hay detrás del siguiente día, y mucho menos de la siguiente etapa. 
  • Descarga la mochila de expectativas y de lo que concierne a tu historia con tus hermanos o con los que no tuviste por ser hija única. Muchas veces antes de ser madre, pero con el deseo de serlo, soñamos con una vida para nuestro retoño y sus hermanos. Nos los imaginamos jugando, cuidándose como nos pasó en nuestra infancia o justamente al contrario, soñamos imaginando lo que nosotras no tuvimos y queremos que tengan. 

Eso son expectativas basadas en deseos o anhelos tuyos, pero no se tienen por qué ajustar a la realidad de tus peques. Esas expectativas se pueden convertir en carga con mucha facilidad, pues hace que vivas los momentos de conflicto o tensión con mucha más ansiedad y frustración. Estas emociones son fruto del miedo que puedes sentir porque su relación vaya a ser tan mala como fue la tuya o como lo es ahora, o por miedo a que sea justo lo contrario a lo que deseas. En cualquier caso son expectativas tuyas.

Lo importante es que sepas que esas expectativas añaden tensión a la forma en que les acompañas, en el día a día de su relación. Por lo que, lo más conveniente es que sueltes esas piedras de tu mochila para poder mirar la relación entre ellos como lo que es: su relación, no la tuya. Y que los protagonistas de esa relación son ell@s, por lo que tú lo único que puedes hacer es favorecer la conexión emocional entre sí y una relación basada en el respeto, pero “solo” eso.

¿Y cómo favorezco ese ambiente de conexión emocional entre hermanos?

  • Cada niño y niña necesita sentirse visto y querido, por lo que en la medida en la que sienta que está lleno de mamá/papá no sentirá la necesidad de rivalizar por tu amor. 
  • Que cada peque tenga tiempo de exclusividad contigo va a ayudar mucho también. Necesitan ese tiempo a solas contigo tanto como el alimento del día a día y el aire que respiran. Organiza tu día para que puedan tener un rato a solas contigo. Pero no lo sientas como algo más que añadir a la lista de tareas, pues siempre puedes incluirle, es decir, ese tiempo dedicado solo para él o ella puede ser jugando o yendo juntos a comprar el pan o cocinando, por ejemplo. 
  • Evita las comparaciones. Todas ellas, ya sean las evidentes o las más sutiles como “mira qué bien lo hace tu hermano/a”, “mira tu hermano/a, ¿no puedes aprender de él/ella?”. Cada peque merece ser visto tal y como es, y además, lo necesitan. Lo contrario alimenta la rivalidad. 
  • Jugar y reír son dos grandes acciones que suponen muy poco esfuerzo y nos conecta mucho a las personas. Puedes desde echar un rato jugando a juegos de mesa, jugar a la pelota, salir de excursión, salir en bici… Todas las actividades que nos permiten estar presentes y conectar desde el disfrute, favorece mucho la conexión entre todas las personas implicadas, y entonces también entre los peques. 

Tenemos tanto miedo a que no se lleven bien o tantas expectativas, que, si se pelean, nos incomodamos muchísimo. Esto sucede también porque a veces, no sabemos gestionar nuestros propios conflictos, por lo que nos resulta muchas veces difícil acompañar los suyos. En la segunda parte de este post, te cuento cómo puedes acompañarles en la resolución de sus conflictos de una forma respetuosa contigo y con su relación.

Se consciente de qué viviste tú para que no proyectes tu experiencia en la relación de tus hijos entre ellos. Y también es muy útil si aprendes tú a acompañar sus momentos de tensión. En este post te cuento cómo puedes acompañarles en sus conflictos de una forma más respetuosa y constructiva.

El vínculo entre hermanos con madre/padre separados

Cuando mamá y papá viven en casas diferentes, es fácil que los hermanos encuentran entre ellos el refugio que necesitan. A veces crean un vínculo entre sí más fuerte, de una conexión mayor precisamente porque son los que permanecen juntos en todo momento. 

Y es que en su día a día a veces están con mamá y a veces con papá, pero entre ell@s lo habitual es que siempre están juntos, por lo que su relación puede convertirse en un lugar de mayor seguridad y una conexión especial. 

Cada uno puede vivir la separación de un modo muy distinto, pues cada cual tiene su propio temperamento y forma de interpretar los hechos. Aún así, favorecer la conexión emocional en su relación de hermanos es muy positivo, especialmente en estos casos, porque les ayudamos así a que cuenten con una persona de confianza en todo momento. Se enfadarán y tendrán sus conflictos, por supuesto, ¿y quién no?, pero podrán sentir que se tienen el uno al otro. 

Aunque como te decía al inicio, la relación que tengan no depende solo de ti ni de su padre/madre. Lo que está en tu mano es evitar las comparaciones, darle tiempos de exclusividad cada día que están contigo y reíros, jugar y hacer actividades que favorezca que estés presente de cuerpo y mente. 

La alegría es de las emociones que más nos conectan a las personas. Ríete con ell@s y disfrutad juntos, eso une mucho. Y al mismo tiempo estás creando recuerdos bonitos 😉

Y si existen hermanastros todo esto que te he contado es aún más importante que lo tengas en cuenta: favorecer la conexión emocional a través de espacios de encuentro y la risa, en casos de conflicto escuchar sin juzgar y validar todas las partes, así como transmitirles que ninguno va a quitarle el lugar al otro. A veces no solo surgen celos en estos casos, sino miedo a que el otro o la otra le vaya a quitar su lugar como hijo.

Me explico: en casos de familia reconstituida en los que ambos miembros de la pareja aporta hijos de la relación anterior, es muy conveniente cuidar todo lo anterior. Pues cuando va a nacer un hermano biológico, por poca preparación que haya, el hermano/a mayor va viendo cómo crece la barriga de mamá y va siendo testigos de los cambios que se van produciendo en el hogar para recibir al nuevo miembro de la familia.

Sin embargo cuando se trata de familias reconstituidas, quien ha ocupado el rol de hermano mayor ahora puede ser mediano en esa nueva familia y eso supone un cambio importante para él o ella. Igual con el que haya sido hasta el momento tu pequeño de la familia, a lo mejor deja de ser el más peque. Son cambios que a priori pueden parecerte nimios, pero no lo son en su vida. Están cambiando su rol de hermano en vuestra nueva familia y es importante tenerlo en cuenta porque son cambios que pueden generarles inseguridad, y de esta viene entonces la emoción del miedo.

Otro de los miedos que puede aparecer es el de que algunas de esas personitas le quiten su lugar frente a ti. Vaya, el miedo a que si quieres a sus hermanastros, le quieras menos o dejes de quererle. Este miedo es muy común en estos casos y es muy importante que le hagas saber que aunque quieras a los hijos de tu pareja, su lugar como hijo/a tuyo es irremplazable y tu amor por él o por ella es insustituible.

Saber y entender que aunque tú quieras mucho a su hermanastro/a, su lugar como hijo tuyo no peligra, evita que surjan posibles rivalidades.

Recuerda que el mal comportamiento es fruto de necesidades no satisfechas y que entre ell@s pueden estar a gusto jugando solos 15, 20, 40 minutos pero todo tiene un límite y la capacidad de sostén propio es limitada. A partir de un momento necesitan de nuestra presencia, cambio actividad, cambio energía…

Te sugiero un cuento que a nuestros peques les gusta mucho y nos demandan su lectura de vez en cuando: Tú y yo hermanos. Y si hay hermanastros, el cuento Tengo 3 de 5 puedes ser una gran opción.  Si conoces algún otro que te guste déjamelo en comentarios y le echo un vistazo 😉

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SEPARACIÓN CON HIJOS: ¿Cómo les decimos que nos separamos?

Escrito por Rocío y Miguel Ángel Deja un comentario

8 claves a tener en cuenta cuando le vas a decir que os separáis

En una separación con hijos uno de los momentos más temido suele ser el de comunicarles la noticia de que mamá y papá ya no sois novios. Si contarles la noticia de la separación o divorcio te genera estrés es comprensible si piensas que vas a contarles algo que les va a doler. Especialmente cuando te pasas la vida intentando evitarles dolor y sufrimiento. 

No hay remedios infalibles para esta situación, lo que sí hay algo mágico para ellos y ellas, y son tus brazos, caricias y sentir tu amor. Te propongo algunas cuestiones a tener en cuenta en una separación con hijos que puede ayudarte a ti saberlo, y sobre todo, puede ayudar a tus peques a recibir la información con mayor sensación de seguridad. 

  1. No te demores en contárselo. Lo primero que te aconsejo que tengas en cuenta es que los niños y niñas tienen el mayor radar de autenticidad que existe. Esto quiere decir que, aunque tú creas que no se están dando cuenta de nada, sí que se están percatando de que algo sucede. Tal vez no puedan intelectualizarlo, pero saben que algo está pasando y eso puede generarles inseguridad, estrés o angustia. 

Si les cuentas lo que sucede con prontitud, es más fácil que se sientan tenidos en cuenta, es decir, que se sientan vistos, que es una de sus necesidades fundamentales. 

2. Los dos juntos. En la medida en la que sea posible, comunicarles la noticia los dos juntos. Si no es posible déjalo estar, no te fustigues, mejor así que no con uno de los dos interfiriendo, creando guerra, eso es mucho, pero para tus peques. Aunque en una separación con hijos, lo ideal es que en todo momento podáis poner en el centro de todas las decisiones a tus peques, como en este momento, y entonces estéis presente los dos.

3. Cuéntales la verdad sin entrar en detalles. Necesitan saber qué está pasando, pero no necesitan saber en ese momento los detalles ni nada que les pueda generar más inseguridad. Adapta el lenguaje a su edad para que entiendan lo que le estás diciendo, por ejemplo, si hablas de separación o divorcio puede que no entiendan la envergadura de la situación, y si le dices que ya no sois novios y vais a vivir en casas diferentes, entonces probablemente comprendan mejor la información. 

4. Hazles saber que seguís siendo su padre y su madre. Es decir, que aunque ya no sois pareja, siempre vais a ser su madre y su padre y vais a cuidarles. La familia tal y como la han conocido hasta ahora cambia de molde, su estructura familiar tal y como la conocen hasta ese momento le daba seguridad y confianza, ahora “de repente” viene un cambio en los cimientos sobre los que se han criado, de ahí que muchas veces puedan sentir miedo.

Este miedo viene de la inseguridad del cambio que están viviendo y una de los mensajes que más les puede ayudar es saber que papá y mamá van a seguir estando ahí, que los dos, o al menos uno de los dos, está disponible y sigue cuidándoles. 

5. No temas mostrar cómo te sientes. No tienes que dar una imagen de “no pasa nada” porque sí que pasa, y mostrar esa imagen de «todo está bien» si por dentro tienes un gran nudo, sería incoherente y la incoherencia no la llevan nada bien los niños y niñas. Por ello date permiso para emocionarte o expresar lo que puedas sentir en ese momento. 

Eso sí, cuida el no desbordarte emocionalmente, pues debe sentir que seguís protegiéndoles y cuidándoles. De lo contrario es fácil que se coloque en la posición de cuidador, algo que no le corresponde y que le carga con una responsabilidad que le viene grande y puede dañarle si se perpetúa en el tiempo. Y es que en una separación con hijos es muy importante que les tengas en cuenta en cada momento y pongas en el centro de todas las decisiones sus necesidades, así estarás llevando a cabo una Separación Consciente.

6.Muéstrate disponible y permite su expresión emocional, sea cual sea. A lo mejor reacciona de una forma que no esperabas, con el silencio o haciendo como si nada. No les insistas ni le hables esperando que se enfaden o que lloren, puede que lo hagan y puede que no. Necesitan tiempo, déjalo estar y que te sientan disponible, presente.  Tu acompañamiento emocional va a ser muy importante durante todo el proceso de adaptación a la nueva estructura familiar.

7. Resuelve sus dudas. Es importante que contestes a todas las preguntas que te hagan y en caso de que no tengas respuesta para alguna de ellas, puedes contestarles “pues eso aún no lo sé, lo pensaré y te diré cuando lo sepa”. Puede que también quieran opinar y es muy beneficioso que sientan que le escuchas y les tienes en cuenta. 

8. Cuida el contexto. Es un momento importante y como tal te recomiendo que tengas algunas cuestiones en cuenta, como:

  • El dónde decírselo. La que ha sido hasta el momento la vivienda familiar es un espacio de seguridad y confianza, por ello yo te recomiendo que le des la noticia allí, pues de alguna manera el lugar ejerce de contención. En caso de que prefieras hacerlo en un lugar ajeno a la vivienda familiar, entonces mi propuesta es que busques un lugar neutro para la familia. 
  • Cuándo. Cuida el momento de darle la información, es decir, que no sea mientras estáis comiendo, para que no haga una asociación emocional con la comida que pueda afectarla en su relación con esta. Y tampoco antes de dormir o antes de irse lejos de ti, pues entonces no tendrán la capacidad de digerir la información contigo cerca. Y es que a veces las dudas no surgen en el instante de la noticia, sino con el paso de las horas, y también de los días. 

Una separación con hijos requiere que cuides muchos aspectos que de otra manera no tendrías que tener en cuenta. Recuerda, la palabra calma, cura y aclara, el silencio muchas veces duele. Cuéntales y favorece que te pueda preguntar lo que necesite tantas veces como le sea necesario. Una de las formas de integrar la información es a través de preguntarte una y otra vez lo mismo. No es que no se enteren o no se quieran enterar, sino todo lo contrario, es que necesitan entender e integrar lo que está sucediendo y por eso pueden llegar a preguntar de forma reiterativa. Me encantará leer cómo fue para ti este momento. Y como siempre digo, lo hacemos en cada momento como mejor sabemos y podemos con la información que tenemos. Si hoy al leer esto hay algo que te ha resonado pero no hiciste, por favor, no saques el látigo de la culpa. Eso que puede que no hicieras, no te hace ser peor madre o peor padre. Ahora lo sabes y puedes hacer algo al respecto, o a lo mejor no es necesario que hagas nada porque ya estáis en otro momento. 

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