Vivir una Navidad como padres separados no es fácil, sobre todo si es la primera o de las primeras. Queremos ayudarte a que vivas estas fiestas con la mayor armonía posible, así que te animamos a seguir leyendo porque al terminar este artículo puede que tu visión sobre la navidad como padres separados haya cambiado.
La carga familiar de la navidad
La navidad tiene una fuerte carga familiar y si no te has reconciliado con el molde familiar que ahora tienes, es fácil que caigas en pensamientos del tipo, “mi familia no es tan válida”, “yo ya no tengo familia”, “esto ni es familia ni es nada”… Es muy importante que revises si validas o no tu molde familiar actual, pues si tienes una “baja autoestima como familia”, fácilmente estas fiestas se te hagan insoportables.
Nuestra sociedad solo reconoce como válido el estándar de familia compuesta por una madre, un padre, un hijo y una hija. De cara a la galería se nos llena la boca al hablar de inclusión y diversidad familiar, pero la realidad es que aún queda mucho recorrido porque la aceptación a la diversidad familiar sea un hecho.
Por eso mismo es importante que te pares a reflexionar acerca de si al menos tú validas tu molde familiar. ¿Qué es familia realmente? Hay un tipo de familia que se reúne por Navidad pese a hacerlo a regañadientes. Durante el resto del año apenas se comparten tiempo y vivencias y estas fiestas parecieran que son sagradas y entonces tienen que verse aunque no lo desean y por ello, año tras año, surgen tiranteces entre los miembros de la familia en navidad. De hecho si les sacamos una foto pordemos ver la estampa de una familia feliz e idílica, sin embargo lo que hay detrás de la imagen se aleja muchísimo de ello.
Cuidado con proyectar tus ideales y poner en los demás las expectativas de lo que te hubiera gustado que fuera tu familia.
Una de las partes más difíciles de la separación es elaborar el duelo por el proyecto de vida que había en común. Aceptar que ya no será posible aquello que soñamos es difícil y conlleva su tiempo. Difícil y al imsmo tiempo necesario para poder avanzar.
Así que para poder vivir unas Navidad más tranquilas, te animamos a que te preguntes cómo te sientes en tu molde familiar y comiences a darle el valor que tiene, y es que es tu familia y como tal es tan válida como cualquier otra familia.
Claro que esto conlleva algo fundamental, ACEPTAR tu realidad y esto suele costar más trabajo. Aeptar no significa que te tenga que gustar. Probablemente no te guste esta realidad, pero si no la aceptas te quedarás en la lucha, y desde ahí el sufrimiento está garantizado. Rendirte y entregarte a lo que es te predispone a la aceptación, pues la resistencia a lo que es y no puedes cambiar, te lleva a la lucha.
La carga de las tradiciones
Vivir la navidad como padres separados, especialmente si es la primera o de las primeras, es enfrentarse muchas veces al pensamiento o comentario de «esto siempre lo hemos hecho así”. Y es que si hay una fiesta que contenga tradiciones que perduran de un año a otro, y muchas veces, de generación en generación, esa es la navidad.
Sin embargo no es cierto, pues no siempre se ha hecho así. Ese siempre tuvo una fecha de inicio e igualmente puede tener una fecha de fin.
Claro que nadie suele querer ser la persona que rompe la tradición para no ser señalada y para evitar dejer de tener la aprobación del entorno familiar.
O le ponemos conciencia a estas fiestas o realmente se hacen muy duras. Y es que debes entender que tu familia es distinta, ni mejor ni peor, distinta, y como tal, tiene necesidades diferentes a las que venía teniendo hasta ahora.
Por ello, tanto ahora para las navidades como para el día a día, es importante que tengas en cuenta esto mismo, que tu familia tiene un molde y necesidades diferentes y si no le atiendes desde ahí, te lo vas a poner muy difícil.
Es como tratar de calzar un pie del 43 en un zapato del 37… No se puede y si lo logras va a ser a costa de mucho dolor y sufrimiento. Pues lo mismo sucede con tu familia. Si te esfuerzas porque esta no sea el elemento discordante que deje de cumplir con ciertas tradiciones familiares, vas a sufrir como si calzaras un pie del 43 en un 37.
Reconoce y acepta las necesidades actuales de tu familia para así poder vivir una navidad como padres separados con más armonía. Sobre todo con más paz interior.
Y es que no se trata de hacer lo que se supone que está bien, sino de hacer aquello que te da paz. Aquello que te da paz mantenlo, y lo que te quita paz, elimínalo de tu vida o modifícalo hasta encontrar la manera en la que te dé paz interior.
Junto al tiempo, la paz interior es de los tesoros más valiosos del ser humano. Valora tu paz interior por encima de contentar a tu madre u a otros familiares. Si logras posicionarte ahí, te cambiará mucho la perspectiva y forma de afrontar la navidad como padres separados.
Es un buen momento para resignificar el sentido de la navidad y de crear tus propias y nuevas tradiciones. Recuerda que el “desde siempre se ha hecho así” no es real, siempre hubo una primera vez. Crea tu primera vez de cada nueva tradición que quieras implementar.
Y otra cuestión básica para afrontar mejor estas fiestas es que te preguntes a qué le quieres dar importancia, dónde pones tu foco. ¿En seguir a rajatabla las tradiciones como hasta ahora y no ser señalada por el entorno familiar, a celebrar en los días señalados “como hace todo el mundo” o al hecho de celebrar lo que deseas celebrar con quien realmente quieres?
Si lo que realmente quieres es celebrar la navidad con tu familia y tus peques, eso lo puedes hacer cualquier otro día que podáis reuniros todos. Así podrás disfrutar de lo verdaderamente importante en lugar de estar encorsetada a lo que dice un almanaque. En este post de Instagram te contamos cómo nosotros año tras año, celebramos la navidad mucho antes porque uno de nuestros hermanos vive fuera y nunca viene a casa por Navidad.
La cuestión es que te preguntes a qué quieres dar importancia.
Dudas y miedos habituales ante la navidad como padres separados
Ante la idea de vivir una navidad como padres separados hay algunas dudas y miedos que se repiten, como:
- Miedo a la soledad en navidad. No podemos disfrazar de fácil algo que en la mayoría de las ocasiones no lo es. Por ello te animamos a que te lo pongas fácil, y eso quiere decir que mires por ti y te preguntes qué necesitas. Si necesitas encerrarte en tu casa y hartarte de llorar, hazlo, puede ser necesario y muy saludable. Si esto te ancla en el victimiso al quedarte en la espiral del sufrimiento, haz planes, prográmate planes distintos a solas contigo aprovechando para hacer esa lista interminable de cosas que hace mucho que tienes pendiente, o con amistades, o ambas. No te encierres en ti, crea tú las salidas, no esperes que vengan a rescatarte, ocúpate de ti. También suele funcionar poner distancia física y quitarte de en medio del contexto habitual. Valora qué necesitas y dátelo. No te esfuerces, este no suele ser un buen camino.
- Miedo a perdernos como madre y padre vivencias de nuestros hijos. Llegados a este punto es crucial poner perspectiva y relativizar, pues la realidad es que en un día a día normal ya nos perdemos vivencias de nuestras criaturas, por ejemplo cuando están en la escuela. Allí viven situaciones con sus compis de clase, por ejemplo, de las que estamos totalmente al margen y desconocemos qué han vivido, cómo se han sentido y cómo lo han gestionado. Es verdad que estas fiestas tiene muchos días señalados que lo hace más difícil, sí, pero cuidado con añadirle más carga de la que ya tiene, pues entonces estaremos añadiéndole un plus de dolor innecesario.
En la medida en la que sea factible para la familia, podréis compartir algunos días, lo cual puede ser un regalo, ahora bien, no siempre es posible y no lo es sin duda hacerlo todos los días. Por eso acoge el dolor que esto te ocasiona y al miso tiempo no te olvides de añadirle perspectiva para relativizar.
Sobre esto de compartir tiempo en familia, sobre el miedo a afrontar la primera navidad como padres separados y otras muchas preguntas, miedos e inquietudes hablamos largo y tendido en este directo de Instagram que puedes ver aquí o escuchar en nuestro podcast.
Te animamos a que lo veas o escuches, pues encontrarás respuestas a las duda sque ahora mismo te rondan.
Recuerda que no se trata de hacer lo que está bien o mal, sino de hacer aquello que te da paz y modificar o eliminar aquello que te quita paz.
Deja una respuesta