Algunos efectos de la separación en los adolescentes
La separación con adolescentes en casa a suele preocupar mucho por el miedo a sus reacciones principalmente, ya que mientras que cuando son más pequeños parece que se tiene más control sobre los hijos e hojas. A esto se le suma el gran desconocimiento que existe acerca de esta etapa, así como de las necesidades de los adolescentes.
Con este artículo queremos arrojarte un poco de luz acerca de esta etapa y de qué sucede cuando hay una separación con hijos adolescentes, para ayudarte así a encontrar más serenidad y confianza.
La adolescencia.
Es importante formarse en torno a esta etapa para no caer en los clichés y falsos mitos que lo único que hacen es alejarnos de nuestros hijos e hijas adolescentes.
Para empezar, comentarte que esta es bien larga, se inicia en torno a los 12 años y finaliza en torno a los 24 años y no se trata de una época en la que haya que sobrevivir y superar como sea, sino que es una etapa con gran implicación en el desarrollo de la persona y solo necesitamos entenderla para poder entenderles.
Uno de los mitos más frecuentes sobre la adolescencia es que las hormonas son las responsables de que pierdan la cabeza, pero no son las hormonas las responsables de que hagan según qué cosas, sino que lo que experimentan los adolescentes es el resultado de cambios que se dan en el desarrollo de su cerebro.
Entender qué sucede desde el punto de vista del neurodesarrollo va a facilitar muchísimo que puedas entender a tu adolescente y así relacionarte desde un lugar de mayor comprensión y entonces más conexión emocional, lo que facilitará la convivencia y estrechar vuestro vínculo.
Otro de los mitos más extendidos es que se trata de un momento de inmadurez y que lo único que necesitan es tiempo para madurar. Por la desinformación acerca de esta etapa puede asustar y resultar difícil de comprender, ya que son muchas cosas nuevas que se alejan de las vividas en la primera y segunda infancia, sin embargo, esto no quiere decir que sea peor. Los adolescentes se están descubriendo en su propia identidad, por ello necesitan desidentificarse de sus progenitores. No porque sean unos desagradecidos, sino porque están en la búsqueda y encuentro de su propio yo, por eso es vital que puedan vivir sus propias experiencias y dentro del marco de límites necesario, tomar sus propias decisiones.
El último de los mitos que queremos poner de relieve hoy aquí, es que en la adolescencia no se trata de pasar de la dependencia adulta a una total independencia, sino que es una progresión cuyo equilibrio es la interdependencia.
Con la adolescencia llega una etapa de separación, de desidentificación de sus referentes adultos, especialmente madre y padre para irse encontrando con su propia identidad. Por esto mismo busca salirse del núcleo familiar a todos los niveles y esto es precisamente lo que agita al adulto. Comienza a salirse del engranaje familiar para encontrar e identificarse con el suyo propio y para eso busca otros iguales, quienes pasan a ser sus referentes y con quienes necesita vivir sus propias experiencias de las que aprender y con las que crecer.
El miedo a sentir el rechazo de los hijos adolescentes y a su juicio es lo que suele suscitar mucho miedo ante la idea de afrontar la separación con hijos/as adolescentes. Sin embargo, no son gremlins mojados, son personas en un momento de cambio que requieren que cambies tu mirada hacia ellos y entiendas qué necesitan.
Sus necesidades.
Necesitan que se les entienda, se les escuche, que no se les interrumpa para sermonearle y decirle joyas del tipo, “tendrías que…”, “yo ya sé lo que te pasa…”, “yo con tu edad…”, de esta forma no se sienten escuchados y requieren mucha escucha activa desde el ser que son.
No necesitan que nadie se meta en sus historias pero requieren de una guía, un adulto que les pregunte “¿quieres saber mi opinión?”, “¿Quieres que te cuente lo que yo sé sobre esto?” “¿Quieres que te cuente como lo hacía yo cuando…?”. Necesitan de adultos respetuosos y humildes que les permitan ser y les escuche de verdad, sin estar esperando que terminen de hablar para así soltarles el sermón. En esta etapa lo cuestionan todo y también van a cuestionar lo que les digan sus adultos de referencia, por ello necesitan conversaciones en las que puedan hablar, contar y mostrarse sin juicio.
Por ello pregúntale cómo se siente, pero desde la conexión, no desde el interrogatorio, pues si lo vive como si quisieras sonsacarle todo lo que siente y piensa se cerrará en banda. Además, necesitan una guía, la compañía de quien está a su lado, pero permite que viva sus propias experiencias.
Ahí está el equilibrio entre libertad y límites que necesitan, pues es una etapa en la que la sensación de libertad es necesaria para dar salida a la necesidad de exploración y de encontrarse en su propia identidad, sin cruzar las líneas rojas que cuidan. Y es que los límites salvaguardan la integridad física, emocional y mental de la persona, por lo cual estos son necesarios. Se trata en definitiva de ser como juncos, bien fuertes en la raíz con la capacidad de ser flexible. Y confiar, confiar tanto en los hijos como en la vida.
Necesitan también sentir que pertenecen y que son válidos, a fin de cuentas con las mismas necesidades emocionales que en la infancia y adultez, solo que con cambios en la forma, ya que la tribu ya no la buscan en el clan familiar, sino en las amistades. Ahora bien, necesitan saber que estáis ahí, que pueden volver a vosotros cuando lo necesite, aunque muchas veces no lo expresará tal cual, pero le da confianza y seguridad saber que seguiréis ahí cuando quiera volver.
Lo que necesita de ti.
Por tu parte lo que requiere la adolescencia es que te informes, te formes y cambies tu mirada.
El mayor reclamo de madres y padres adolescentes es, “es que no reconozco a mi hijo/a”, y claro, esto es lo que más remueve a los adultos porque saca de la zona conocida hasta ahora, porque de repente ya pareciera que desconocemos quien está delante nuestra, sin embargo forma parte del proceso, de la etapa en la que se encuentra y de su desarrollo madurativo, no es algo malo.
Al juzgarlo como negativo ya estamos perdiendo la conexión con la persona adolescente y eso va a debilitar el vínculo y la comunicación.
Se trata de un cambio y toda persona adulta solemos ser reacia a estos si no le ponemos conciencia, por ello es importante tener en cuenta que esta etapa requiere un cambio de energía, de forma en la comunicación, de liderazgo, de recursos y herramientas para así mantener la posición adulta entendiendo que el hijo/a se está haciendo mayor, está madurando y es importante para su desarrollo respetar su proceso.
La separación con adolescentes.
Habiendo entendido ligeramente el momento en el que se encuentran los adolescentes, puede serte más fácil comprender la separación de los progenitores no tiene por qué ser ni mejor ni peor en esta etapa. Lo que requiere, como en la etapa de la primera y segunda infancia, es que conozcas sus necesidades para así poder acompañarles atendiendo sus necesidades emocionales y comprendiéndoles.
Así que ante la gran duda de ¿cómo le contamos que nos separamos?, ten como referencia este artículo pues es igual para todos los hijos e hojas en sus líneas generales, sólo necesitarás adaptar el lenguaje a la etapa en la que se encuentra.
Los adolescentes agradecen mucho la claridad y honestidad, por eso cuéntales la verdad omitiendo los detalles que no son necesarios que sepan y que no van a construir. Y como cualquier niño o niña, necesitan saber que quienes se separan son mamá y papá (o mamá-mamá o papá-papá) entre sí, pero que el divorcio no es con ellos, es decir, que vais a seguir cuidándoles y amándoles como habéis hecho hasta ahora. De lo contrario es fácil que puedan sentir conflicto de lealtades.
Y a partir de ahí mantener el orden en la familia, es decir, seguir asumiendo el rol de madre y padre desde la adultez, sin caer en luchas de egos que pueden dejar huérfanos emocionalmente a los adolescentes. Para ello conocer las bases de la separación consciente puede ayudarte, en este vídeo puedes encontrar información al respecto.
Como en el caso de la primera y segunda infancia cuidar mucho que entiendan que no tienen que elegir entre uno de ellos dos, esto es crucial y si tu ex tiende a manipular y a hacerle sentir esto, al menos tú libérale de esta carga. Al menos tú podrás ofrecerle el remanso de paz en el que descansar y sentirse libre de poder amar sin caer en la culpa, y que si tu ex no aboga por una separación consciente tú sí puedes hacer tu parte y que tus hijos se beneficien de ello.
Sabemos que puede resultar abrumador por los miedos que se despiertan, por ello te animamos a que puedas reconocer cada uno de esos miedos y no luchar contra ellos sino hacerte cargo reconociéndolos para que estos no condicionen ni tus actos ni tus decisiones. Es un cambio en vuestras vidas, pero es solo eso, un cambio más de los muchísimos que os quedan por vivir.
A nosotros nos tienes aquí al otro lado de la pantalla para responderte a lo que necesites o incluso para vernos en una videollamada en la sesión de valoración para resolver cada una de tus dudas. Puedes reservar aquí el día y hora que mejor te venga.
Laborconsulting.es Abogados dice
Muy util, gracias.
Rocío y Miguel Ángel dice
Gracias por hacernos saber que te ha resultado útil. Un abrazo.