Tengo mil dudas en mi relación de pareja y no sé qué hacer.
Reconozco que tengo un recuerdo mucho peor del infierno mental que viví cuando me planteaba mi separación, que cuando esta ya fue un hecho. Si tuviera que definirla de una forma breve, diría que fue una tormenta interna. Y si la definiera con una imagen, me veo a mí misma de pie y encogida con las manos en la tripa del dolor de barriga que sentía.
Aquel desojar la margarita, me separo, no me separo, me separo, no me separo… fue demasiado largo. Aunque también es verdad que fue el tiempo que yo necesité para dar el paso con seguridad.
La idea de la relación de pareja “hasta que la muerte os separe” alimentada por la tradición judeo cristiana y apoyada por la industria de Hollywood y Disney con el “y vivieron felices para siempre”, nos ha hecho perder percepción de la realidad de las relaciones.
¿A qué realidad me refiero?
A que las relaciones de pareja son cíclicas, pues las personas, como todos los seres vivos y casi todo en la Naturaleza es cíclico. Las relaciones no son A me lleva a B, es decir, un día elijo a una persona como compañera de vida y ya permanezco con ella hasta el día de mi muerte. Sino que las personas crecemos y evolucionamos, cada cual a su ritmo y en su propio proceso, y en una relación de pareja puede que el tiempo de crecer juntos, de que el uno aporte al otro y así seguir aprendiendo para crecer y evolucionar juntos, puede terminar.
Eso no quiere decir que entonces esa relación de pareja haya sido o sea un fracaso, en absoluto. Esa idea forma parte de una de las tantas creencias limitantes que existen en torno a la separación, como la de que ante una separación se daña de por vida a los hijos e hijas. Sobre estas y otras creencias limitantes que existen en torno a la separación te hablo en este otro post.
¿Por qué me cuesta tanto aclararme ante la duda de si me separo o no?
Todas las personas tenemos una voz interna que es tremendamente sabia y sabe lo que necesitamos en cada momento, pero el ruido mental, las creencias limitantes y los miedos dificultan mucho poder escucharla. Además, vivimos a tal velocidad y con tal desconexión interna, que nos cuesta mucho escucharnos.
Por eso es importante que puedas desacelerar un poco en tu día a día para irte encontrando y escuchando. No tanto tus pensamientos, sino más bien tus sensaciones. Tu cuerpo es tu mayor aliado, comienza a parar y escucharlo.
Los juicios y creencias limitantes ante la separación aumentan el ruido mental y los miedos más aún, por eso identificarlos puede ayudarte a bajar el volumen de tu mente.
Los miedos ante la separación.
Partimos de la idea de que todos los miedos son reales y que como una emoción más que es, cumple su función. La frase de «hazlo, y si tienes miedo hazlo con miedo», queda genial allí donde la leemos, pero no es tan efectiva cuando estamos en esta situación ni resulta tan fácil como suena.
Entender los diferentes miedos que pueden estar bloqueando tu escucha interna para así tomar una decisión puede ayudarte. No se trata de negarlos ni tampoco negar la realidad que puede haber detrás de estos, sino de poder reconocerlos para así irlos desmenuzando poco a poco, y entonces sí, poder dar el paso que necesites dar aún con miedo.
- Miedo a la separación. El miedo a lo que vendrá después. La sensación de abismo y de incertidumbre acerca del cómo será la vida después. De hecho, lo que mantiene a muchas parejas juntas que no unidas, es precisamente el miedo a la separación en lugar del amor entre ellas. Y es que dos personas pueden estar juntas en forma de pareja, pero no unidas.
- Miedo a ver menos a los hijos. Este es el más habitual, sin embargo, cuando este miedo está tan presente no estamos poniendo perspectiva a la calidad del tiempo que pasamos cuando hay una situación de infelicidad o estrés prolongado en el tiempo. En situaciones así puede que el tiempo bajo el mismo techo o juntos físicamente sea mayor, pero la capacidad de conexión emocional, de ofrecer presencia y disponibilidad no sea la misma. En estas situaciones de rumiar interno y preocupación prolongada, ¿dónde está tu mente cuando estás con tus peques?
Viviendo una vida más feliz y plena, la calidad de la presencia y de la conexión emocional puede ser mucho mayor. Y esa presencia real llena los corazones de nuestros hijos y el nuestro propio mucho más que el tiempo compartido bajo el mismo techo pero con ausencia mental y emocional.
- Miedo a la soledad. Nos hemos creído tanto el cuento de la media naranja que después de tanto tiempo de relación de pareja nos parece imposible sobrevivir sin esa otra persona al lado. Hay a quien le surge la duda de si algún día alguien podrá enamorarse de ella teniendo hijos…
La separación supone grandes desafíos y entonces ofrece grandes oportunidades, siendo las más grande de todas ellas empezar a conocerte y reconocerte más allá de la que creías ser.
Ante la separación se produce una conexión directa con el vacío. Ese vacío que nos conecta a todas las personas con el gran miedo compartido: el miedo al abandono, a no ser querida, al rechazo. Por eso andar el camino de aprender a sentirte completa contigo y ser auténtica siendo tú misma, es una gran oportunidad, pues tú eres la única persona que estará contigo todos los días de tu vida y en cada instante que vivas.
Este camino no tienes por qué recorrerlo en soledad, pues no es nada fácil y a la mayoría no nos han enseñado a andarlo. Pedir ayuda también forma parte del autocuidado y si sientes que lo necesitas no lo dudes y da el paso de la mano de aquel o aquella profesional que te inspire confianza.
- Miedo a no ser capaz de afrontarlo todo yo sola. La logística del día a día es mucho más fácil después de lo que parece en la imaginación, pues en la fantasía todo se ve mucho peor. Es verdad que el cambio supone aprender a organizarse de otra manera, sin embargo, es totalmente posible. De hecho, al estar una parte del tiempo sin peques, normalmente se aglutina los quehaceres cuando no están ellos para así después disponer de más tiempo disponible cuando sí están y disfrutar de ellos.
Es más, cuando hay una pareja que no suma en la logística diaria, la mayoría de mujeres sienten alivio en este sentido una vez separadas porque no tienen que estar tirando de la otra persona, sino que saben con qué cuentan realmente y no tienen el desgaste que esto les conllevaba durante la relación de pareja.
- Miedo a equivocarnos. En nuestra infancia, basada en el autoritarismo, siempre había alguien que nos decía qué estaba bien y qué estaba mal. Nos señalaban lo correcto y lo incorrecto. Los referentes nos marcaban el camino y así ha seguido siendo a lo largo de toda la vida: madre, padre, profesorado, jefes y jefas, terapeutas… Por ello en la infancia desarrollamos un carácter para adaptarnos al medio y sentir que encajábamos en ese lugar, desconectando así de nuestra esencia e infravalorando nuestra propia escucha.
Saber esto es el primer paso para entendernos, recuperar nuestra soberanía y así confiar en nuestra voz interna.
- Miedo a dañar a los hijos. Este miedo parte de una creencia errónea acerca de cómo la separación afecta a los hijos e hijas y que te explico aquí.
En los casos en los que se mantiene una relación de pareja para no dañarlos, se les está utilizando como hijos pegamento, cargándoles así con una responsabilidad de manteneros juntos que nos les corresponde. Además de que una de las formas de aprendizaje más efectivas, es a través de la imitación. De hecho, no aprenden tanto por lo que se les dices que hagan, sino por lo que sus referentes hacen. Por lo que aprenderán que una relación amorosa es lo que sus máximos referentes les mostréis con vuestro ejemplo.
Lo malo no es una separación, lo que daña es una mala gestión de la separación. De hecho, no hay necesidad de protegerlos, sino de cuidarlos. Si hay que protegerlos de algo, haya o no separación, es de la lucha de egos de los adultos.
- Miedo a romper la familia. Cuando una relación de pareja se termina la familia no se rompe, sino que cambia de molde. Te guste o no, tras la separación siempre seréis familia, sea cual sea la relación entre progenitores, pero no se puede dejar de ser madre y padre de los mismos hijos. El vínculo entre los progenitores se irá transformando, pero siempre existirá. En el enlace tienes acceso directo al vídeo de nuestro canal de YouTube donde profundizo más sobre ello (suscríbete al canal si quieres estar al tanto de cada vídeo que subimos).
Otras dificultades en la toma de decisión.
Hay situaciones particulares que hacen que tomar una decisión así sea aún más difícil, como el hecho de que no haya una situación de conflicto que justifique la separación.
Pareciera que si no hay un hecho que argumente la decisión de la separación, esta está siendo egoísta, cuando la separación puede ser un acto de amor, como contaba Marta Busquets en el Congreso Creando Nuevas Familias. En él muchas madres ofrecieron sus testimonios en los que se evidenciaba que la separación no había sido por un hecho concreto, sino precisamente porque el ciclo de la relación de pareja había terminado y ya aquella relación ni sumaba ni aportaba.
También cuando hay admiración hacia la otra parte de la pareja, ya sea como persona o como padre (o madre) genera más dudas y más tristeza la idea de la separación. Sin embargo, muchas veces ese es el mejor momento de dar el paso, pues de lo contrario se puede estirar la relación hasta llevarla a la U.C.I., donde el desgaste emocional es tan grande que ya llevar a cabo una Separación Consciente es muy difícil y llevarla a cabo desde el conflicto y la lucha de egos es mucho más fácil.
Tener dudas y no saber si separarte o no es muy habitual y vivir en silencio y soledad estas dudas lo hace aún más difícil y pesado. No tienes por qué resolver la duda en soledad, déjanos cogerte de la mano y apoyarte en este momento para que encuentres tu propia respuesta. Reserva tu sesión de valoración aquí y hablamos tranquilamente. Podemos y queremos ayudarte.
Sandra dice
No se si separarme
Rocío y Miguel Ángel dice
Hola Sandra, es una decisión difícil y no tienes por qué tomarla sola, nos tienes a tu disposición si lo deseas para ayudarte a encontrar luz y claridad en la decisión. Podemos vernos en una sesión de valoración para tiene runa primera toma de contacto y ayudarte. Si te interesa reserva aquí: https://creada.es/contacto-separacion-consciente/ Y además tienes nuestro libro ´Separada´, en formato papel disponible en cualquier librería, en digital y también en audiolibro, y es un gran recurso que también te ayudará. Un fuerte abrazo.