Claves para que separación y conciliación sean compatibles

Una vez que la separación fue un hecho, en mi caso, supuso una oportunidad para plantearme qué quería hacer realmente con mi faceta profesional.
El cambio no se dio de un día para otro, sin embargo tenía muy claro que quería pasar más tiempo con mi hija y mi hijo. Así que me planteé un plan de acción para poder dejar en un futuro próximo mi trabajo y dedicarme a algo que, por un lado me permitiera pasar más tiempo con los míos y al mismo tiempo fuera algo que me apasionara.
Reconozco que al principio no fue tarea sencilla. Si bien tenía claro a qué me quería dedicar, no tenía tan nítido como lo iba a materializar, y sobre todo cómo iba a conseguir que fuera lo suficientemente rentable como para poder mantener y mejorar mi estilo de vida. Un estilo de vida en el que más que nada, dispusiera de más tiempo para compartir con mis peques.
Hoy, cuando en consulta escucho eso de “no me quiero separar porque veré menos a mis hijos” no puedo evitar recordarme a mí mismo cuando tenía creencias limitantes similares. Y es que de la mano de un cambio, puede venir otro. De la mano de la separación puede llegar la reinvención.
No quiero decir que el único camino para conseguir la ansiada conciliación sea el emprendimiento, ahora bien, soy el ejemplo vivo de que se puede llevar a cabo y que el primer paso es plantearse la Reinvención.

También lanzo desde aquí un aviso para navegantes, especialmente para aquellas personas que se están planteando montar un negocio para conciliar. Al principio, y quiero decir los primeros años, generalmente hay que trabajar más horas que lo que se trabaja por cuenta ajena. Ahora bien, salvo contadas excepciones dependiendo del modelo de negocio, podrás elegir cuáles. A mí por ejemplo me viene mejor trabajar mucho más temprano o cuando duermen los niños a cambio de poder pasar la tarde con ellos.
Es cuestión de organizarse más que de renunciar. Elijo tiempo y dinero. Conciliar y disfrutar. Propósito y abundancia. Familia y profesión. Calidad y cantidad.
La separación no significa que vayas a ver menos a tus hijos. Piensa realmente cuánto tiempo pasas con ellos con presencia real. Sin mirar el móvil, la tele, ni estar pendiente de otras conversaciones. Con sinceridad. Cuánto de ese tiempo lo dedicas en exclusividad sin compartir con otros familiares y amigos.
Así, existen muchas maneras para conciliar. Hace muy poco conocí el caso de una tienda de ropa (si, si, un comercio local de toda la vida) que regentaba una chica separada y que elegía sus propios horarios. Ahí me hice la reflexión de que sí un comercio que habitualmente se somete a la “dictadura” de los horarios partidos había encontrado un modo de hacerlo, en cualquier profesión se podría. Decidí investigar más. Resulta que la dueña intentaba cumplir un horario estándar, pero como tenía una clientela más o menos fiel, sabían que informaba de los cambios, por redes sociales.

Este ejemplo ilustra que, si tienes una meta, encontrarás un camino.
E insisto, no es necesario emprender obligatoriamente. Siempre se puede buscar activamente un empleo en el que nos sintamos más alineados con sus valores.
No me cansaré de decir que la separación puede ser una oportunidad. Para mí supuso reencontrarme plenamente con mis peques. Poniéndolos en el centro y organizando mi tiempo, mis reuniones, mis compañías y mis visitas en función de cómo podía pasar más tiempo y de más calidad con ellos. Y ¿sabes qué? Que descubrí que no solo era posible, si no qué podía disfrutar de más calidad durante todo el tiempo que comparto con él y ella.
Gracias por leer hasta el final. Si te ha gustado te recomiendo que te descargues mi Guía de 30 pasos para Reinventarte Profesionalmente. Y si quieres que te ayude, pídeme una sesión de valoración gratuita aquí.
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