Llega el verano y con él las vacaciones de veranos de nuestros hijos e hijas, pero claro, no nuestras vacaciones. Toca hacer malabares para conciliar y toca también gestionar más tiempo sin nuestros hijos, y más tiempo con ellos…
A veces se hace bola el tiempo sin ellos y también más tiempo con ellos, depende mucho de la realidad de cada persona.
Queremos ayudarte a que como madre separada y padre separado puedas afrontar mejor el verano y disfrutar, tanto cuando estás sin ellos como cuando están contigo.
Prepara el terreno a tus hijos
Para que tú estés bien y con más tranquilidad sabemos que necesitas saber que tus peques van a estar bien sin ti, por eso te ofrecemos distintos recursos que puedes llevar a cabo con ellos y ellas:
- El hilo invisible y su pulsera. Cuéntales el cuento de El hilo invisible y después coge tres hilos de algodón de tres colores que elija cada peque y mientras le haces una trenza a cada uno y cada una, cuéntales todas las muestras de cariño que metes en ella: los besos, abrazos, te quiero, costillitas… de cada día que van a estar sin ti.
Al terminar átasela a la muñeca y hazle saber que si se le cae o pierde es porque se ha vaciado de todos los cariñitos y le harás una nueva a su vuelta.
- Objeto anclaje. Dale un objeto que identifique contigo como una pulsera, un pañuelo, una felpa… para que se lo lleve y te lo devuelva a su vuelta.
Eso sí, que sea un objeto que no suponga un drama para ti si lo pierde y no vuelve.
Ese objeto no solo le ayudará como la pulsera a que sigues cerca suya aunque no te pueda ver ni tocar, sino que además le recuerda que regresará contigo. Este es un gran recurso cuando son especialmente pequeños y no tienen integrado el concepto del tiempo.
- Un diario. Ve con él o ella a escoger un cuaderno y estuche específico para esta ocasión y anímale a que cada vez que se acuerde de ti te haga un dibujo. Así podrá darle salida a lo que siente y hacerlo en conexión contigo. Y a su vuelta, si le apetece, que te los enseñe y que te cuente qué es cada dibujo y qué sentía mientras lo hacía.
Si no le apetece dibujar y prefiere escribir es otra gran opción, y ya después elegirá compartirlo o no contigo. Ambas opciones son válidas y deben ser respetadas.
- Las llamadas. No todos los peques y adolescentes reaccionan bien a las llamadas porque no a todos les resulta agradable. Muchas veces porque están distraídos jugando y no quieren cortar el juego, y en otras ocasiones porque les conecta con la añoranza echarte de menos y prefieren no hablar para evitar la añoranza.
En caso de que lo lleven bien, hazles saber (si tu ex lo favorece) que pueden llamarte cuando lo necesiten e incluso podéis pactar vídeo llamadas.
Estos son recursos que a ellos sin duda les puede ayudar a estar tantos días sin ti y a ti te dará tranquilidad al saber que les estás ayudando y que, efectivamente, hay algo que puedes hacer para facilitarles este tiempo.
Aunque es importante que seas consciente que en verano hay muchísimas distracciones con tantos planes y gente alrededor, lo que hace que los días se les pase volando entre tantos estímulos.
Para el momento de la despedida.
Es importante que haya una anticipación previa en la que les expliques cuándo comienza el cambio de organización por el fin del curso escolar y cómo será esa organización estival.
Les ayuda mucho tener un calendario que de forma visual les ayude a integrar la información. Para ello te proponemos que utilices dos colores, uno para los días que estarán con papá y otro para los días que estarán con mamá. De esta forma identificará con facilidad los tiempos con cada uno.
Anticípale el día antes y unas horas antes de que se vaya lo que va a suceder y trata de hacerlo desde un lugar lo más neutral posible, pues se trata de ejercer de cerebro auxiliar ofreciéndole una información que puede ayudarle a evitar el factor sorpresa.
Atiende el dolor o desasosiego que esto puede generar en ti pero no lo proyectes en tus hijos. Si ellos muestran tristeza o enfado porque no se quieren ir, valídales su emoción sin añadir tu propia carga emocional.
Y ten en cuenta que a veces su resistencia no es porque no quieran ir con el otro progenitor, sino porque no se quieren separar de ti.
Es importante que haya espacio para lo que ellos expresen, sea la emoción que sea pero no es necesario que os quedéis enganchados en estas emociones.
Pues dando cabida a su realidad emocional, también podéis, antes del momento de la despedida, jugar al escondite, al pilla pilla, hacer guerra de cojines, haceros cosquillas… para conectar entre vosotros desde la alegría.
Tristeza y alegría pueden convivir y es mucho más agradable despediros desde el honrar y celebrar lo vivido juntos los días anteriores.
Y MUY IMPORTANTE, al despedirte no les digas que les echarás de menos, necesitan saber que al irse tú vas a estar bien. Aquí en este post de Instagram explicábamos hace tiempo con más detalle por qué es mejor omitir el “te voy a echar de menos”.
Diles que les quieres, que les amas, pero no que no estarás bien sin ellos, que es lo que esconde esta frase.
Y transmíteles, no solo con palabras, sino especialmente desde tu sentir, permiso para disfrutar estando lejos de ti.
Prepárate tú también
Estar muy presente con ellos los días previos ayuda mucho, por ello te animamos a que reduzcas la inercia de la velocidad del día a día y elimines el ruido de los “tengo que” para postponer lo máximo posible a cuando estés sin ellos.
Así podrás ocuparte de los importante: de disfrutar de tus criaturas y ellas de ti.
Por ello reduce mucho la vida social. Especialmente en verano es muy fácil tener mil planes, sin embargo entre tantas actividades y gente, es fácil que al pasarse los días tengas la sensación de no haber estado con tus peques. Y a ellos puede sucederles lo mismo.
Ten presente que menos es más. No necesitan que te conviertas en su animadora, necesitan sentirte disponible y presente.
En nuestro caso cuando los días antes de su partida hemos disfrutado mucho en familia, notamos que llevamos mucho mejor la ausencia de nuestros hijos, mientras que cuando “nos pilla” el toro y se van habiendo pasado los días previos ajetreados con mil quehaceres y planes, llevamos peor su ausencia y el tiempo sin ellos se nos hace más largo y pesado.
Y antes de que se vayan, o el primer día de su partida, puedes hacer una lista de todas las cosas que tienes pendientes y que nunca tienes tiempo para hacer.
Ahora es tu momento, aprovéchalo ya sea descansando y haciendo nada, saliendo o ocupándote de la logística de casa.
Cuídate y póntelo fácil, no seas exigente contigo y si necesitas estar tirada en el sofá llorando hazlo, pero si lo que te viene bien es salir y distraerte hazlo, decide por ti atendiendo lo que realmente deseas hacer. Porque no haya nada que tengas que hacer realmente, sino que puedes elegir qué quieres hacer.
Y muy importante también: date permiso para disfrutar, no hay ningún luto que debas guardar y tampoco eres menos madre por disfrutar y divertirte cuando estás sin tus hijos. Más bien todo lo contrario, gracias a que te ocupes de ti y te des lo que necesitas, podrás disfrutar más de ellos cuando regresen, pues le podrás ofrecer una versión de ti aún mejor.
Cuando regresan de haber estado sin ti
Es normal que a su vuelta estén como descolocados e irritables, incluso que se muestren enfadados contigo. No te lo tomes como algo personal y entiende que es su forma de decirte «te he echado de menos» y de contarte el revuelo emocional que han vivido.
Están soltando todo lo que no pudieron expresarte en la distancia física.
Hasta las 48 horas después de su vuelta, evita llenar vuestra agenda con mil planes y vida social.
Te necesitan a ti para autorregularse. Si de estar varios días sin ti, rápidamente pasan a estar contigo junto a muchas más personas y actividades, tardarán mucho más en adaptarse al cambio de estar ahora contigo.
Olvídate de los compromisos, lo importante sois tú y tus hijos, los demás pueden esperar, y si no les gusta esperar ese no es tu problema, tú tienes algo mucho más importante de lo que ocuparte: de la adaptación de tus hijos a volver a estar contigo.
Con la agenda por delante mira cómo puedes hacer para que los primeros y últimos días contigo os podéis llenar de vuestra presencia, eso os lo pondrá mucho más fácil.
Y si durante las vacaciones vais a estar mucho tiempo con gente, escápate para tener ratitos de exclusividad con cada peque. Eso es lo que más les nutre a ellos y ya verás como a ti también.
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