Define ya tu cliente ideal o avatar para dirigir bien tu mensaje

Una vez tienes claro tu talento o ikigai , y has invertido tiempo y esfuerzo en definir tu misión, tu visión y tus valores; se hace indispensable identificar quien es tu cliente ideal o avatar a quien va dirigida tu propuesta de valor.
Te lo confieso, durante mucho tiempo no le di la importancia que merecía este aspecto. Y eso me condujo a errar el tiro, es decir, a no tener bien definido a mi cliente ideal. O en mi caso, mejor tengo que decir clienta ideal.
Para que no te pase lo mismo que a mí, escribo este artículo, para ayudarte a que definas tu cliente ideal y explicarte porqué es tan importante.
Se trata de saber y conocer sus intereses, sueños y deseos. Piénsalo. Si sabes cuáles son sus preocupaciones y problemas te será más fácil ayudarle a resolverlos. Hacer una semblanza o perfil de tu avatar te va a permitir empatizar y perfilar una estrategia para llegar hasta él o ella.

Los pasos que tienes que dar para definirlo son:
- Imagina una persona que probablemente ha pasado por lo mismo que tú (porque tu propósito está íntimamente relacionado con ello), que tiene una dificultad o problema que tú puedes resolver. Para ello te propongo que realices una visualización cerrando los ojos y comenzando con varias respiraciones profundas antes de comenzar a ver a tu avatar.
- Es importante que definas si es hombre o mujer y que le pongas un nombre.
- Redacta todos los aspectos de su vida que puedas definir. Cuanto más específicos, mucho mejor. Detalles del tipo dónde vive, qué tipo de educación recibió, cuáles son sus hábitos, cómo es su familia, quiénes son sus amistades y relaciones, cuáles son sus preocupaciones, qué nivel adquisitivo tiene…
- Todo lo anterior te ayudará a conocer qué oye, qué suele ver, qué dice y cuál es su discurso, en qué piensa y otros aspectos que te facilitará llegar hasta tu avatar.
- Puede ser interesante obtener una foto o dibujo con su imagen.
Ahora llega el momento de poner en práctica tu habilidad para llegar hasta tu cliente ideal.

En innumerables ocasiones vas a vivir situaciones en tu proyecto en las que tener tu cliente ideal bien definido va a ayudarte mucho.
Situaciones como el momento de escribir un mail para tu newsletter, esa lista de correos que tienes con todas las personas interesadas en tus servicios. Te será mucho más fácil si se lo diriges a tu avatar para hacerlo de forma personal. Cuando tu comunidad o tribu lo reciba será como si les escribieras de forma personalizada, porque realmente lo haces aísle estás pensando en él o ella.
También a la hora de lanzar un nuevo servicio o producto, si pones por delante a tu avatar sabrás si le interesaría o lo que diría al respecto. Además podrás definir objeciones que pueden plantearte tus clientes antes de que ocurran. Y ¿dónde puedes encontrar más clientes? Pregúntale a tu avatar y tendrás la respuesta de inmediato.
Ahora te toca coger papel y lápiz y llevar el ejercicio a la práctica, de verdad que te va a resultar de muchísima utilidad, pruébalo.
Deja una respuesta