Con la llegada del verano solemos viajar más a menudo, claro que cuando se trata de viajar en coche con niños haciendo trayectos largos, la cosa cambia y a a veces puede convertirse en un infierno.
Para que este no sea tu caso queremos contarte nuestra experiencia, por si te ayuda, pues en verano solemos hacer algún viaje largo en coche con los cuatro (10, 8, 7 y 6 años). De hecho el viaje de este año se ha llevado la palma, pues han sido casi 10 horas de ida y más de 13 de vuelta porque se nos averió el coche. Sí, sí, una odisea que ellos vivieron como una aventura y de la que guardan un buen recuerdo, después te contamos qué pasó y cómo resolvimos la situación para que para ellos fuera algo hasta divertido.
Comencemos por el principio, cuando preparamos un viaje con peques es importante cuidar no solo la elección del destino, sino integrar también el desplazamiento como parte del viaje y la aventura, pues de lo contrario las ganas de llegar y comenzar el viaje puede llevarnos a más de una frustración que complicará el viaje.
Cuando estamos separados el viaje puede ser algo más complejo si vamos una única persona adulta con varios peques. Nuestra propuesta es que te lo pongas fácil y según la edad de tu peque midas sus posibilidades de aguantar en el coche en caso de que no puedas ir acompañada.
Vayas con o sin compañía te contamos lo que a nosotros nos sirve, aunque siempre puede haber algún contratiempo por mucho que prepares, como fue nuestro caso, que llevamos el coche a revisión los días antes y aún así tuvo que venir la grúa y un taxi a recogernos a mitad de camino en un trayecto de 1.000km.
Tips para viajar en coche con niños
- Deja preparado absolutamente todo el día antes para salir antes del amanecer. No solo haz las maletas, sino riega las plantas deja la cocina recogida… déjalo todo listo como si fueras a salir en ese mismo momento, así cuando suene el despertador solo tienes que ocuparte de prepararte tú y de despertar a los pequeñuelos o no tan pequeñuelos. De hecho, mira el siguiente Tip que te proponemos…
- Acuéstalos con ropa limpia y cómoda en lugar del pijama, para que vayan directos de la cama a la silla del coche. Así no se espabilarán mucho y podrán seguir durmiendo mientras viajáis.
- Cada peque habrá preparado su mochila de entretenimiento para el viaje y la tendrá a mano todo el tiempo. Según la edad lo mejor será que el día antes tú le ayudes a prepararla y la dejáis juntos en su asiento del coche.
- Es importante que no te pongas una hora estricta de llegada para poder fluir con lo que surja en el viaje, de esta manera te lo pones más fácil y evitas posibles frustraciones porque no se cumplan tus expectativas.
- Trata de descansar lo más posible el día antes para que sea fácil sostener y acompañar los conflictos que se den durante el viaje. Los conflictos existen porque vivimos, pretender que no se den conflictos es una ilusión, la cuestión es que si se dan en un espacio pequeño como el coche mientras tú conduces, la situación puede tornarse más tensa y difícil. Por ello trata de descansar bien y todo lo que puedas el día antes, para así lidiar lo mejor posible con los conflictos que puedan surgir.
- Si sales antes del amanecer como te proponemos, para a desayunar una vez todos estén despiertos, así aprovechas para hacer el trayecto lo más largo posible mientras duermen, no los despiertes para parar a desayunar o comer. Y antes de subir de nuevo al coche después de llenar los estómagos, aprovecha para hacer juegos de movimiento, sobre todo cuando son viajes tan largos.
- Ten preparada una playlist que hayáis montado juntos en casa con las canciones favoritas de cada miembro de la familia para escucharlas durante el viaje.
- Si en algún momento sientes que la energía comienza a enrarecerse, suele funcionar jugar al veo veo, palabras encadenadas y contar chistes y adivinanzas. A nosotros además de esto también nos funciona hacer Karaoke. Cantamos, o más bien gritamos, las canciones que cada cual va eligiendo en el momento. Es una forma de poner la atención en otra cosa como en los juegos que hemos mencionado y de expresar el estrés o cansancio a través de la voz cantando, pruébalo, es divertido.
- Al parar a comer prueba a hacerlo en un espacio abierto donde puedan correr y desfogarse. Nosotros preferimos hacer picnic que entrar en un bar o restaurante donde hay que estar sentado y quieto de nuevo. Todos necesitamos movernos y cuanto más pequeños más. Y no tengas prisa por volver al coche, déjale tiempo ara explorar, trepar y jugar con piedras y palos si el lugar lo permite.
- Por último acuérdate de llevar a mano un «kit de supervivencia sorpresa». Se trata de una bolsita que le preparas a cada peque y que contiene cachivaches de entretenimiento como cuaderno de pegatinas y pequeños juegos que pueden llevar y hacer en el coche mientras viajamos.
Nosotros en esta ocasión no necesitamos utilizarlo en el viaje de ida y sí en el de vuelta, precisamente cuando el coche se nos estropeó y fue un gran recurso que nos hizo a los seis la espera más liviana.
A mitad de los 1.000km de viaje de vuelta al coche se le encendió una luz y dejó de tener fuerza, tuvimos que parar y llamar al seguro. Cuando nos dijeron lo que le pasaba al coche, que iría una grúa a recogerlo y se quedaría allí en depósito 10 días hasta poder llevarlo a nuestra ciudad y nosotros 6 volveríamos a casa en otro medio de transporte… la sensación de fiasco fue enorme.
Lo primero que pensamos fue en los niños, no estábamos nosotros dos, todo el periplo que nos iba a tocar vivir lo haríamos con los 4. Queríamos contárselo como una aventura para que no se nos hiciera pesado a ninguno pero para que eso fuera posible primero había ciertas emociones que nos tocaba transitar a nosotros los adultos. Quien lo necesitó salió del coche para llorar toda la frustración y así poder vivirlo también como una aventura y transmitirlo así a los peques.
Así lo hicimos, le contamos lo que pasaba y que el seguro nos iba a ayudar a encontrar un tren, avión o taxi en el que volver. En ese momento fantaseamos con todas las posibilidades y jugamos a imaginar cual preferíamos, hubo quien dijo que quería en avión y que cuando este pasara por nuestra casa nos tiráramos en paracaídas y cayéramos en el jardín. Lo dicho, jugamos a imaginar todas las posibilidades.
Era la hora de comer y no teníamos ningún lugar donde poder comprar algo, suerte que SIEMPRE que vamos a viajar en coche con niños haciendo trayectos largos llevamos nuestro picnic, así que almorzamos en un lugar no cómodo pero que revestimos como parte de la aventura.
Fueron tres choras de espera entre una cosa y otra y cuando la imaginación flaqueó y saciamos el hambre llegó el aburrimiento y entonces sacamos nuestro «kit de supervivencia sorpresa». Aquello les entretuvo mucho mucho tiempo y lo vivieron como algo muy divertido.
Fue genial verles así mientras nosotros nos peleábamos con el seguro porque las cosas no salieron tan bien como nos decían y todo se alargó mucho más de lo necesario.
Viajar con pantallas
Si lo hubiéramos necesitado hubiésemos hecho uso de nuestros móviles para que se entretuvieran con las pantallas, sin embargo no hizo falta. De hecho, ni nos lo pidieron ni nosotros nos acordamos de esta posibilidad, pues es algo que no tenemos integrado en nuestro día a día como recurso en las esperas.
En nuestra familia las pantallas son un accesorio que usamos nosotros para trabajar, los seis para ver pelis en familia y en alguna ocasión como niñera mientras trabajamos cuando la conciliación es un imposible.
Pero nunca son un medio de entretenimiento para tiempos de espera. No damos nuestro móvil mientras esperamos la cola del súper, ni en una sala de espera, ni antes o después de comer en un restaurante.
En los momentos de espera aprovechamos para hablar y si no hay ganas o disponibilidad, les toca tirar de creatividad o aburrirse, y está bien. Y a nosotros nos corresponde sostener como mejor podamos y seamos capaces en cada momento.
Si como adultos les damos las pantallas para que «no nos den la tabarra», nos toca asumir las consecuencias de que no sepan después esperar.
No tratamos de decirte que hagas X o Y, sino que entiendas que para poder sobrellevar tantas horas de viaje sin requerir pantallas, es necesario que tengan la oportunidad de vivir tiempos de espera.
En este artículo de nuestro blog te contamos más acerca del uso de pantallas y qué hacer cuando tu ex le dé mil veces más pantallas de lo que te gustaría.
En cualquier caso, puedes elegir las pantallas como un recurso de entretenimiento al viajar en coche con niños, la cuestión no es hacer una cosa o la otra, sino asumir las consecuencias de una u otra decisión. Tú vas a ser la que hagas el viaje, tú te conoces a ti y a tus peques, por lo que nadie mejor que tú para decidir la mejor opción. Sea la que sea, que sea un decisión consciente 😉.
Deja una respuesta