
Ya duele el hecho de separarse, como para añadir un peso que no es real a una situación muchas veces tan dura. Me refiero a las creencias limitantes.
Y es que no me cansaré de decir que lo malo no es la separación. Separarse no es malo. Lo malo son todos los juicios que hay en torno a la separación y esas creencias inconscientes y arraigadas que son fruto de la educación social y cultural recibida.
Respira y haz tuyas estas palabras: una separación no es mala. No eres peor persona, ni peor madre o padre por separarte.
Puedes deshacerte de cada una de las creencias que tanto te condicionan y tan culpable te hacen sentir, para sentirte en paz contigo misma en relación a la separación. Y es que este, el deshacerte de todos estos juicios es el primer paso necesario para llevar a cabo una Separación Consciente.
Las 4 creencias limitantes
Fracaso.
Esa palabra tiene mucho peso y en nuestra sociedad occidental más aún. Nadie quiere fracasar y si separarte del padre/madre de tus hijos es un fracaso, evidentemente, con esa idea vas a intentar alargar todo lo posible la relación para evitarlo a toda costa. Y si ya has dado el paso y sigues haciendo tuya esta creencia limitante, lo más probable es que te sientas peor. Qué desagradable, ¿no? Ojalá que si tú, que me estás leyendo, te sientes así, puedas dejar de hacerlo al terminar de leer este post.
Y es que las relaciones no terminan, evolucionan. Si juntos en pareja ya no os aportáis, si ya no os sumáis, sino todo lo contrario ¿qué sentido tiene mantener la relación de pareja? ¿Por qué no dejar que ésta siga su curso natural y evolucione a otra cosa? Pues vais a seguir siendo padre y madre (o ambas madres o ambos padres) de las mismas criaturas, y eso será hasta el último de vuestros días.
Por lo que mucho mejor es aceptar que vuestra relación de pareja ha llegado hasta donde sumabais el uno al otro, y ese momento ha terminado para dar lugar a otra cosa.
Cuanto más tiempo, mejor.

Pero claro, entonces nos topamos con la segunda creencia limitante, que lo longevo tiene más valor. Parece que cuantos más años se mantenga la relación de pareja, más valor tiene esta. Como si la cantidad de tiempo tuviera más valor que la calidad de lo compartido.
Se me viene a la mente esa pareja que desde fuera todo el mundo tilda de perfecta y que sin embargo, después de muchos años de relación se separan y nadie se lo esperaba, todo el mundo se queda con la boca abierta al enterarse. A lo mejor si se hubiera mirado por la mirilla de la cerradura, se habría visto a dos personas que ya no se ven, dos personas que van a lo suyo, que crecieron a ritmos distintos en direcciones diferentes y que ya no se aportaban. Tampoco había desgaste de discusiones, pues ya cada uno iba a lo suyo y se dejaban llevar por la inercia y el piloto automático de los quehaceres diarios.
O esa pareja que jamás se separa y que sin embrago se ve a leguas que no se suman el uno al otro, que la relación ya está viciada pero la idea de separarse es impensable para ellos porque hay que aguantar, o porque es lo que hay… o por un conjunto de las creencias que aquí te expongo. Por la razón que sea.
Pero acaso, ¿no te mereces ser feliz, no os merecéis ser felices?
Creo que cuestionarse las propias creencias y actos, es un camino hacia la libertad, y tomar las decisiones con consciencia es el camino para vivir una vida plena.
La vida en pareja es una vida mejor.

Esa es otra de las creencias limitantes, porque se escucha muchas veces aquello de “mejor estar acompañada/o que sola/o”. Pues no, porque tu felicidad no depende de tu pareja, como no depende tampoco de tus hijos/as. Tu felicidad sólo depende de ti.
Lo sé, suena muy bien pero no es fácil integrar esto cuando desde la infancia nos hemos prostituido afectivamente. Sí, lo que lees. Cuando hemos hecho y dicho lo que los demás querían para que nos quisieran.
Eso es lo que buscamos toda la vida las personas, desde que nacemos, ser vistas y que nos quieran. Y para eso hacemos lo que haga falta. Fíjate en los niños y niñas, prefieren hacernos enfadar para tener nuestra mirada a que no les veamos. Por eso muchas veces hacen cosas que saben que nos enfadan, porque al menos, aunque sea enfadadas y riñéndoles, nos tienen ahí presentes.
Tú de niña o de niño hacías lo mismo, pasabas desapercibida para no molestar y que te quisieran o todo lo contrario. Cada niño y niña encuentra su forma de hacerse ver y sentirse amado. Por eso ahora, cuando crecemos, tenemos que hacer un ejercicio de toma de conciencia de que mi felicidad solo depende de mí, que no tengo que gustar a todo el mundo y que yo conmigo misma, sin tener una relación de pareja, también estoy bien y puedo ser plenamente feliz.
Así que la dependencia, creer que mi felicidad depende de la otra persona, que mi vida no está completa sin esa persona, es otro lastre a la hora de tomar la decisión de separarte o un peso que tienes sobre tus hombros si ya te has separado.
Te mereces ser feliz, vivirte y celebrarte por ser la persona que ya eres. Quítate ese peso de tus hombros y camina erguida por la vida. Eres una persona muy valiosa por lo que ya eres.
Los hijos no lo superarán. Les marcará de por vida.

Guau, si queriendo lo mejor para tus hijos, tienes esta creencia, es normal que no te separes porque… no quieres fastidiarles la vida. Incluso a lo mejor piensas que es egoísta por tu parte tomar esta decisión.
Cuánto duelen estas creencias, ¿no?
Tus peques te necesitan feliz. Aguantar por ellos es cargarles con un peso y una responsabilidad que nos les corresponde. Es más, lo que aprenden son cosas que estoy segura que no le quieres transmitir, como por ejemplo a aguantar en un sitio (de trabajo por ejemplo) o en una relación porque sí, porque es lo que hay que hacer, o por la otra persona o por lo que sea, pero aguantar aunque no sea feliz.
Si ya como pareja no crecéis, no os sumáis, está bien, forma parte del ciclo de la vida, ahora lo que toca es avanzar en el camino, y ese camino puede cambiar de forma. La relación cambiará de forma.
Y claro que eso les dolerá a tus hijos, como te duele a ti también. El dolor forma parte de la vida, y a veces se nos olvida y se lo queremos evitar a toda costa, pero eso no es posible. La separación les va a doler, y es una oportunidad preciosa para que aprendan a transitar el dolor. ¿Cómo? Acompañándoles emocionalmente tú o ambos progenitores en los casos en los que así sea posible.
Lo importante es que sepas que pueden superar la separación y formará parte de la historia de su vida sin tener porqué dejarle secuelas, sólo necesitas saber cómo acompañarles. En mi Guía básica para una Separación Consciente te lo cuento.

Si al hecho de la separación le quitamos el peso de las creencias limitantes que tenemos tan arraigas, podemos vivir una separación consciente, permitirnos el dolor que esta situación pueda generar y vivirla como una oportunidad para una vida mejor. Recuerda que es un acto de amor propio.
Cambia tu mirada en torno a la separación y podrás vivir con más liviandad esta decisión.
¿Cuál de estas creencias limitantes tienes más arraigada? ¿Hay alguna otra que yo no haya nombrado y que consideres que existe? Dímelo en comentarios y así aprendemos y reflexionamos juntas 😉
Gracias por compartir. Han resonado en mi cada una de las frases del texto. En mi caso, como la relación es en ciertos aspectos «modélica» (desde fuera), me siento muy egoísta por querer cerrar este ciclo.
Me alegra mucho que te resulte útil. Una separación es un acto de amor, responsabilidad y generosidad, máxime cuando se hace desde ese lugar de valentía y conexión contigo que estás haciéndolo. Romper con lo socialmente establecido no es fácil, y menos cuando «no existen motivos que justifique la separación». Te animo a que puedas ir derribando y deshaciendo cada creencia limitante para que la escucha y conexión interna sea cada vez más lúcida. No dedicas según lo que está bien o lo que está mal, sino lo que te da paz y lo que te quita paz. En La Paz está el camino, claro que para llegar a ella hay que transitar algunos o muchos miedos… Un amigo me dijo una vez, «allí donde está tu miedo, allí está tu camino». Hoy te regalo su frase por si te sirve de ayuda ❤️.
La culpa, sentir que eres responsable de un final que no quiere nadie.
Deshacer la culpa es crucial para hallar La Paz. La culpa es un invento y es la forma de mantenernos en un único camino, como si uno solo fuera el correcto. Entender de dónde viene la culpa y reconocerla es el primer paso para deshacer los nudos y bloqueos que esta genera y así poder hacer desde La Paz, confianza y seguridad interior. Te mando un abrazo muy grande.
El dolor de la separación para los niños y que rompo la familia.
Hola! En este sentido recuerda que cuando una relación de pareja se termina, la familia no se rompe, sino que cambia de molde. Tanto aquí en nuestro blog como en nuestro canal de YouTube tienes contenido en este sentido que puede ayudarte mucho porque la sensación de que la familia se rompe es desoladora y desgarradora. Y el dolor de los niños… el dolor forma parte de la vida como la alegría, no podemos evitarlo. Gracias a esta experiencia podrás estar cerca de tus peques para acompañarles a transitar el dolor y así que integren una forma saludable de transitar las situaciones dolorosas que vivirán a lo largo de sus vidas. Un abrazo enorme.
Hola, decís que ayudáis a familias.
Cuanto dinero cuesta la ayuda?
Hola Diego, encantados de saludarte. Ayudamos a través de la divulgación con contenido de valor útil sobre separaciones con hijos en este mismo medio que es nuestro blog, también a través de la guía gratuita sobre separación consciente, además de divulgar en nuestro podcast, canal de YouTube y perfil de Instagram. De una forma más profunda en nuestro libro ´Separada´ y para ofrecer una ayuda específica y concreta atendiendo a las particularidades de cada persona y familia, ofrecemos nuestras sesiones individuales. En caso de que te interese puedes escribirnos a rocioymiguelangel@creada.es