Encuentra la custodia que se amolde a vuestra familia.

La custodia compartida cada vez está más presente en los hogares cuando dejamos de ser pareja, sin embargo, no siempre es la mejor opción. En algunas ocasiones sí, y en otras no, para discernir si en vuestra familia os conviene o no una custodia compartida es bueno que os paréis a reflexionar sobre al menos tres aspectos fundamentales:
- La disponibilidad real de tiempo para los cuidados de los hijos e hijas.
- Cómo ha sido hasta ahora el vínculo con cada progenitor hacia los menores.
- Y lo más importante, tener en cuenta la etapa evolutiva en la que se encuentran, su madurez y sus necesidades emocionales.
La biología no es políticamente correcta y la necesidad de mamá en la etapa 0-2 no es la misma que a los 4 años y mucho menos que en los 6-7. En la medida en la que pueda respetarse el vínculo de apego será mucho mejor para el desarrollo de los menores.
Esto no quiere decir que los padres tengan que aguantarse y quedarse sin estar tiempo con sus peques, en absoluto, se trata de que antepongamos las necesidades de los hijos e hijas a los deseos adultos.
Cuidar el vínculo con ambos es muy importante, por ello cuando son muy peques, especialmente en la etapa 0-2, lo ideal es que pernocten siempre con mamá y vean cada día a papá, para ir fortaleciendo el vínculo para cuando pernocten con él.
Custodia compartida progresiva
Por ello la opción de custodia compartida progresiva suele ser la mejor opción cuando se quiere la custodia compartida, pues es la forma de tener la tranquilidad de que finalmente los peques estarán al cuidado de ambos progenitores al 50%, pero respetando sus necesidades, cuidando los vínculos y sin forzarles a separaciones para las que no están preparados. Y es que eso de los niños se adaptan a todo es una frase que nos deja tranquila a las figuras parentales desde una visión adultocentrista, pero no nos olvidemos que esa adaptación es a costa de algo.

Para hacer custodia compartida progresiva se establece la fecha a la que se dará la compartida. Desde nuestro punto de vista lo ideal es, en términos generales y sin atender casuísticas especiales, a partir de los 6 años, por lo que a la edad del hijo/a cuando tenga la edad establecida, o si hay hermanos se establece como fecha límite la edad estipulado entre vosotros del menor de los hermanos.
Hasta dicha edad se ajusta en el convenio regulador la progresión menos a más pernoctas hasta llegar al 50% y se determina también las fechas en las que se irán haciendo dichas ampliaciones.
Sea progresiva o no, la custodia compartida puede establecerse también de distintas maneras. Antes lo habitual era una custodia compartida quincenal, algo nada recomendable cuando son pequeños. Según la edad se puede establecer custodia compartida de diferentes maneras:
- Días alternos entre semana y los fines de semana se alternan completos. Es decir, el modo 1-1-1-1-3. Cuando son muy peques esto es más aconsejable porque así pasan menos tiempo sin ver a uno de los progenitores. El máximo son 3 días consecutivos.
- El modo 2-2-3, es decir dos días con una de las figuras parentales, dos con la otra y fines de semana alternos. De esta manera el máximo de días que están sin uno de los dos son 5 días, porque es, por ejemplo, lunes y martes con mamá, miércoles y jueves con papá y fines de semana alternos.
- Semanas alternas. Esta opción es la más habitual y dependiendo de la edad y circunstancias de la familia puede ser más o menos favorable. En estos casos se suele establecer una tarde entre semana que los menores pasan con los progenitores que no está a su cargo dicha semana.
Y para evitar que anden con la maleta de un lado para el otro, nosotros apostamos porque tengan ropa en ambos domicilios para así que anden «con la casa a cuestas» y favorecer que sientan ambas viviendas como su hogar. Su casa de papá y su casa de mamá.
Muchas veces los egos adultos se anteponen a las necesidades de las criaturas y ante eso, si es tu caso, queremos tranquilizarte diciendo que aquello que no se haga atendiendo la etapa evolutiva y madurez de tus peques, puede ser reparado. Casi todo es reparable y puedes ocuparte de lo que está en tu mano, no más.
Este artículo trata de ser un medio informativo para construir, no para que le sientas culpable. En la separación y en otros aspectos de tu vida, habrá situaciones que no te gusten y habiendo hecho todo lo que está en tus manos, lo mejor que puedes hacer es soltar y aceptar. Aceptar no significa que te tenga que gustar, sino entregarte a lo que es, pues la resistencia a la situación que es puede generarte mucho sufrimiento y entonces estrés, angustia y otras muchas emociones que te impedirán estar en el presente disponible par tus peques como a ti te gustaría.
Custodia compartida o custodia exclusiva
Durante mucho tiempo las custodias eran estándares y eran o compartida o exclusiva y sin margen de flexibilizar apenas, por lo que las familias tenían que amoldarse a estas. Sin embargo a día de hoy esto sí que ha mejorado mucho y existen herramientas legales como el Plan de Parentalidad que cuidan mucho de las familias.

Lo ideal es que podáis hablar y atendiendo a vuestra realidad de capacidad de tiempo de cuidados, de los vínculos establecidos hasta el momento y la edad de los menores, establecer el tipo de custodia que más se ajuste a vuestra familia. Y si entre vosotros no llegáis a acuerdos buscad ayuda, ya sea en nosotros, en mediadoras familiares o en abogadas especializadas en derecho de familia.
No se trata de un tipo de custodia u otro, sino de que creéis aquella custodia que cuide a vuestra familia y especialmente las necesidades e intereses de los menores. Por eso realmente hay infinidad de posibilidades en cuanto a tipos de custodias.
En lo que respecta a la custodia compartida es importante tener en cuenta que en la teoría esta no se refiere solo al 50% del tiempo de cuidados, sino también de la carga mental. Ambas figuras parentales deben hacerse cargo de TODO lo que supone la atención a los hijos e hijas y a veces las circunstancias laborales de uno de los dos no favorece esta posibilidad.
La elección de abogado/a
No dejes la responsabilidad de vuestras decisiones a un abogado o abogada. Por desgracia al derecho de familia se le da muy poca importancia porque no hay millones de euros en juego como en el derecho fiscal ni penas de cárcel como en el penal, pero sí hay muchísimo en juego y muy importante: el bienestar emocional y psicológico de los miembros de una familia.
Es cierto que cualquier persona que ejerza como abogada está preparada técnicamente para elaborar un convenio regulador, sin embargo no tendrá la sensibilidad necesaria para cuidar del ámbito emocional de los implicados, ni entenderá los pormenores en juego ante una situación de separación o divorcio con hijos en común.
Ya el argot jurídico predispone a la lucha, se habla de ganar y perder o de la parte contraria cuando se refiere a la que ha sido tu pareja, entre otros términos, cuando realmente si se llega a juicio, todas las partes pierden, pues es un tercero ajeno a la familia quien establece las pautas sin atender minuciosamente las circunstancias particulares del caso. No se trata de luchar, sino de entender que sois compañeros en esta etapa en la que necesitáis llegar a acuerdos, y sobre todo, vuestros hijos necesitan que lleguéis a acuerdos en pro de vuestra familia y sus necesidades por encima de vuestros deseos.
El proceso de cada familia no debe consistir en buscar el acuerdo más justo, sino el que atienda mejor a las necesidades de las criaturas y que sea capaz de incorporar mejor las peculiaridades de sus vidas. Para esto no hay que tener una relación idílica: conocemos a muchas familias que han logrado llegar a acuerdos en una situación de mucha tensión, y es que el momento de llegar a acuerdos es uno de los más sensibles y difíciles del proceso. Incluso puede que el más complicado de todos, por el dolor que hay detrás. Por eso un buen asesoramiento es clave para lograrlo.
No necesitamos firmar nada
Los niños y las niñas necesitan cierto orden y estructura, y esto queda reflejado en el convenio. Lo que se flexibilice a partir de este bienvenido sea, pero es importante que haya una base por escrito para evitar andar cambiando según el estado de ánimo de las figuras parentales o en función de otras variantes ajenas a su bienestar.

Vemos con mucha frecuencia padres y madres que mantienen buena relación una vez que han dejado de ser pareja hasta que uno de los dos inicia una nueva relación. En ese momento la relación se tensa mucho y llegar a acuerdos en ese estado es realmente difícil y puede volverse agotador. Y ¿hasta cuándo?, depende mucho de cada persona. A veces esto se alarga años y precisamente por ello nosotros defendemos que porque hay buena relación es mejor firmar el acuerdo en ese momento y no esperar.
Firmar el divorcio suele generar rechazo por cuestiones varias, como por la fuerza simbólica que tiene, pues desde ese momento pareciera que ya es una decisión irrevocable y esto hay a quien le da mucho miedo. También genera rechazo por lo farragoso del trámite burocrático y el miedo a que el trámite legal enturbie más la relación o la deteriore. Es verdad que esta es una realidad que sucede cuando no se cuida la elección de los abogados/as, por ello nosotros hacemos especial hincapié en poner mucha conciencia en esta elección, pues hay grandes profesionales que cuidan a vuestra familia durante un trámite que durante mucho tiempo ha sido muy frío y ahora puede no serlo tanto.
A nosotros nos gusta decir que el convenio regulador es como el libro de instrucciones de un juego de mesa: lo leemos una vez y a partir de ahí jugamos, y solo en caso de duda y falta de acuerdo recurrimos a él.
Como seguimos siendo madre y padre (o ambas mamás/papás) de las mismas criaturas, nos toca seguir llegando a acuerdos, esto no cesa porque dejemos de ser pareja. Ahora bien, el convenio regulador establece las bases de esos acuerdos para ofrecer ese marco de referencia que dé estructura a vuestra familia. Los niños y las niñas lo necesitan, y repetimos, todo lo que se flexibilice dentro de dicho marco será genial, pero debe quedar claro el marco.
Si lo necesitas, podemos ayudarte a ti o a ambos si los dos estáis por la labor de recibir asesoramiento para establecer vuestro nuevo marco familiar y así cuidar los vínculos de los menores. Y si tienes alguna duda escríbenos aquí en comentarios que estaremos encantados de responderte, o directamente a rocioymiguelangel@creada.es
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