
¿Quieres que tus peques tengan una buena relación entre sí? ¿Quieres que se cuiden y protejan y puedan contar el uno con el otro/a? Estoy casi segura de que tus respuestas son afirmativas, especialmente si estáis separados, pero ¿sabes qué? Que no depende de ti ni de su padre/madre nada más.
El tipo de relación que tengan va a depender en gran medida de tus peques. Tú podrás favorecer un tipo de relación u otra, pero solo eso, y en este post te cuento algunas cosas que pueden ayudarte.
Pero antes te cuento lo que a mí me sirve recordarme, para así soltar el control y las ganas de intervenir a cada momento:
- La relación entre tus peques es algo que gestan entre ell@s. Que, como tú, se van a pasar la vida aprendiendo y necesitan aprender de sus relaciones. Puede que desconozcas qué aprendizajes necesitan adquirir, lo que está claro es que la relación con su hermano/a le da muchas y continuas oportunidades de aprendizaje. Lecciones necesarias para su vida, por lo que deja que tengan la relación que necesitan tener.
- La relación que tienen hoy no tiene por qué ser la relación del mañana. Muchas veces las relaciones entre hermanos son más estrechas en la etapa adulta. La vida da muchísimas vueltas y nunca sabemos qué hay detrás del siguiente día, y mucho menos de la siguiente etapa.
- Descarga la mochila de expectativas y de lo que concierne a tu historia con tus hermanos o con los que no tuviste por ser hija única. Muchas veces antes de ser madre, pero con el deseo de serlo, soñamos con una vida para nuestro retoño y sus hermanos. Nos los imaginamos jugando, cuidándose como nos pasó en nuestra infancia o justamente al contrario, soñamos imaginando lo que nosotras no tuvimos y queremos que tengan.
Eso son expectativas basadas en deseos o anhelos tuyos, pero no se tienen por qué ajustar a la realidad de tus peques. Esas expectativas se pueden convertir en carga con mucha facilidad, pues hace que vivas los momentos de conflicto o tensión con mucha más ansiedad y frustración. Estas emociones son fruto del miedo que puedes sentir porque su relación vaya a ser tan mala como fue la tuya o como lo es ahora, o por miedo a que sea justo lo contrario a lo que deseas. En cualquier caso son expectativas tuyas.
Lo importante es que sepas que esas expectativas añaden tensión a la forma en que les acompañas, en el día a día de su relación. Por lo que, lo más conveniente es que sueltes esas piedras de tu mochila para poder mirar la relación entre ellos como lo que es: su relación, no la tuya. Y que los protagonistas de esa relación son ell@s, por lo que tú lo único que puedes hacer es favorecer la conexión emocional entre sí y una relación basada en el respeto, pero “solo” eso.
¿Y cómo favorezco ese ambiente de conexión emocional entre hermanos?
- Cada niño y niña necesita sentirse visto y querido, por lo que en la medida en la que sienta que está lleno de mamá/papá no sentirá la necesidad de rivalizar por tu amor.
- Que cada peque tenga tiempo de exclusividad contigo va a ayudar mucho también. Necesitan ese tiempo a solas contigo tanto como el alimento del día a día y el aire que respiran. Organiza tu día para que puedan tener un rato a solas contigo. Pero no lo sientas como algo más que añadir a la lista de tareas, pues siempre puedes incluirle, es decir, ese tiempo dedicado solo para él o ella puede ser jugando o yendo juntos a comprar el pan o cocinando, por ejemplo.
- Evita las comparaciones. Todas ellas, ya sean las evidentes o las más sutiles como “mira qué bien lo hace tu hermano/a”, “mira tu hermano/a, ¿no puedes aprender de él/ella?”. Cada peque merece ser visto tal y como es, y además, lo necesitan. Lo contrario alimenta la rivalidad.
- Jugar y reír son dos grandes acciones que suponen muy poco esfuerzo y nos conecta mucho a las personas. Puedes desde echar un rato jugando a juegos de mesa, jugar a la pelota, salir de excursión, salir en bici… Todas las actividades que nos permiten estar presentes y conectar desde el disfrute, favorece mucho la conexión entre todas las personas implicadas, y entonces también entre los peques.
Tenemos tanto miedo a que no se lleven bien o tantas expectativas, que, si se pelean, nos incomodamos muchísimo. Esto sucede también porque a veces, no sabemos gestionar nuestros propios conflictos, por lo que nos resulta muchas veces difícil acompañar los suyos. En la segunda parte de este post, te cuento cómo puedes acompañarles en la resolución de sus conflictos de una forma respetuosa contigo y con su relación.
Se consciente de qué viviste tú para que no proyectes tu experiencia en la relación de tus hijos entre ellos. Y también es muy útil si aprendes tú a acompañar sus momentos de tensión. En este post te cuento cómo puedes acompañarles en sus conflictos de una forma más respetuosa y constructiva.
El vínculo entre hermanos con madre/padre separados
Cuando mamá y papá viven en casas diferentes, es fácil que los hermanos encuentran entre ellos el refugio que necesitan. A veces crean un vínculo entre sí más fuerte, de una conexión mayor precisamente porque son los que permanecen juntos en todo momento.
Y es que en su día a día a veces están con mamá y a veces con papá, pero entre ell@s lo habitual es que siempre están juntos, por lo que su relación puede convertirse en un lugar de mayor seguridad y una conexión especial.
Cada uno puede vivir la separación de un modo muy distinto, pues cada cual tiene su propio temperamento y forma de interpretar los hechos. Aún así, favorecer la conexión emocional en su relación de hermanos es muy positivo, especialmente en estos casos, porque les ayudamos así a que cuenten con una persona de confianza en todo momento. Se enfadarán y tendrán sus conflictos, por supuesto, ¿y quién no?, pero podrán sentir que se tienen el uno al otro.
Aunque como te decía al inicio, la relación que tengan no depende solo de ti ni de su padre/madre. Lo que está en tu mano es evitar las comparaciones, darle tiempos de exclusividad cada día que están contigo y reíros, jugar y hacer actividades que favorezca que estés presente de cuerpo y mente.

La alegría es de las emociones que más nos conectan a las personas. Ríete con ell@s y disfrutad juntos, eso une mucho. Y al mismo tiempo estás creando recuerdos bonitos 😉
Y si existen hermanastros todo esto que te he contado es aún más importante que lo tengas en cuenta: favorecer la conexión emocional a través de espacios de encuentro y la risa, en casos de conflicto escuchar sin juzgar y validar todas las partes, así como transmitirles que ninguno va a quitarle el lugar al otro. A veces no solo surgen celos en estos casos, sino miedo a que el otro o la otra le vaya a quitar su lugar como hijo.
Me explico: en casos de familia reconstituida en los que ambos miembros de la pareja aporta hijos de la relación anterior, es muy conveniente cuidar todo lo anterior. Pues cuando va a nacer un hermano biológico, por poca preparación que haya, el hermano/a mayor va viendo cómo crece la barriga de mamá y va siendo testigos de los cambios que se van produciendo en el hogar para recibir al nuevo miembro de la familia.
Sin embargo cuando se trata de familias reconstituidas, quien ha ocupado el rol de hermano mayor ahora puede ser mediano en esa nueva familia y eso supone un cambio importante para él o ella. Igual con el que haya sido hasta el momento tu pequeño de la familia, a lo mejor deja de ser el más peque. Son cambios que a priori pueden parecerte nimios, pero no lo son en su vida. Están cambiando su rol de hermano en vuestra nueva familia y es importante tenerlo en cuenta porque son cambios que pueden generarles inseguridad, y de esta viene entonces la emoción del miedo.
Otro de los miedos que puede aparecer es el de que algunas de esas personitas le quiten su lugar frente a ti. Vaya, el miedo a que si quieres a sus hermanastros, le quieras menos o dejes de quererle. Este miedo es muy común en estos casos y es muy importante que le hagas saber que aunque quieras a los hijos de tu pareja, su lugar como hijo/a tuyo es irremplazable y tu amor por él o por ella es insustituible.
Saber y entender que aunque tú quieras mucho a su hermanastro/a, su lugar como hijo tuyo no peligra, evita que surjan posibles rivalidades.
Recuerda que el mal comportamiento es fruto de necesidades no satisfechas y que entre ell@s pueden estar a gusto jugando solos 15, 20, 40 minutos pero todo tiene un límite y la capacidad de sostén propio es limitada. A partir de un momento necesitan de nuestra presencia, cambio actividad, cambio energía…
Te sugiero un cuento que a nuestros peques les gusta mucho y nos demandan su lectura de vez en cuando: Tú y yo hermanos. Y si hay hermanastros, el cuento Tengo 3 de 5 puedes ser una gran opción. Si conoces algún otro que te guste déjamelo en comentarios y le echo un vistazo 😉
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