
Si estás en el difícil momento de plantearte un divorcio y tienes hijos, probablemente que sientas que todo esto te abruma. Hay tantas preguntas sin respuesta y decisiones por tomar que es normal que sientas que es demasiado.
Además, a muchas personas les da miedo abordar el contenido de un convenio regulador (documento que se presenta en el proceso judicial) porque les resulta muy difícil tomar decisiones a tan largo plazo y que estas vayan a ser definitivas, cuando no saben cómo será su vida en el futuro.
Como abogada de familia especializada en divorcios con hijos, quiero transmitirte un mensaje importante: no tienes que tener todas las respuestas en este momento.
Existe una herramienta valiosa que puede ayudarte a organizar esta etapa inicial: el acuerdo provisional.
Este acuerdo puede ser el primer paso para traer algo de calma y orden a un momento de incertidumbre. Te permitirá centrarte en las necesidades de vuestros hijos y, al mismo tiempo, te dará un marco para avanzar hacia un acuerdo definitivo.
¿Qué es un Acuerdo Provisional?
Un acuerdo provisional es como su nombre indica, un documento temporal.
Sirve para organizar los aspectos esenciales de la vida familiar mientras se resuelve el divorcio de manera definitiva.
Este acuerdo ofrece estructura, reduce tensiones y, lo más importante, protege el bienestar emocional de tus hijos.
En este acuerdo, puedes abordar cuestiones como:
- Custodia y régimen de visitas: Decidir dónde vivirán los hijos y cómo se repartirá el tiempo entre las figuras parentales.
- Manutención económica: Establecer cómo cubrir las necesidades de los hijos, desde alimentación hasta actividades escolares.
- Uso del domicilio familiar: Definir quién vivirá en la vivienda común durante este período.
- Decisiones importantes: Acordar cómo gestionar aspectos clave como la educación, la salud y otros temas fundamentales que consideras que son importantes abordar en este momento.
¿Por qué un Acuerdo Provisional puede ser la solución que necesitas ahora?
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Protege a tus hijos en un momento vulnerable
Tus hijos son sin duda, lo más importante en este proceso.
Y como nos pasa a todos los seres humanos, es normal que sientan cierta inquietud e inseguridad ante aun momento de cambio como el que vive vuestra familia.
Sin embargo un acuerdo provisional les dará orden y estabilidad, por lo que ganarán en seguridad y tranquilidad al contar con una rutina predecible.
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Reduce conflictos innecesarios
Cuando las reglas están claras, hay menos espacio para malentendidos o discusiones.
Esto no solo beneficia a los hijos, que necesitan un ambiente tranquilo, sino también a ti y a tu expareja. La comunicación será más sencilla y menos tensa.
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Es un «ensayo» para el acuerdo definitivo
El acuerdo provisional os permite probar qué funciona y qué no.
Podrás evaluar si las decisiones tomadas son prácticas y beneficiosas antes de convertirlas en algo definitivo.
Esta cuestión es especialmente útil cuando no se tiene la misma opinión respecto a cuál es la modalidad de custodia más adecuada para vuestros hijos.
También puede ser de utilidad cuando a pesar de que ambos coincidís en la modalidad de custodia de vuestros hijos, sentís que es precipitado plasmarlo en un acuerdo definitivo y necesitáis antes «probar» dicha propuesta.
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Reduce la incertidumbre emocional y práctica
En un momento de tanto cambio, el acuerdo provisional actúa como una especie de «ancla».
Establecer un marco temporal en el que cada persona tenga claridad sobre su papel y sus responsabilidades a incorporar en esta nueva etapa familiar puede ser profundamente tranquilizador. No solo para ti y tu expareja, sino también para los niños y su necesidad de estabilidad.
Tener claridad en temas prácticos, como dónde vivirán los niños o cómo se manejarán los gastos, reduce las preocupaciones constantes y da espacio para enfocarse en lo importante: adaptarse al cambio.
Además, el acuerdo puede actuar como un apoyo emocional, al permitirte ver que hay pasos intermedios que te acercan a una solución definitiva, sin que todo dependa de decisiones inmediatas y a largo plazo.
Saber que no tienes que resolver cada detalle al instante te dará un respiro necesario.
¿Cómo convertir este acuerdo en algo oficial?

Quizás te preguntes si este tipo de acuerdos tiene validez legal.
La finalidad del acuerdo provisional no es la de sustituir el convenio regulador, sino la de ayudaros a concretar la primera etapa tras la ruptura sin sentiros abrumados por tener que adoptar decisiones definitivas.
Pero igualmente, es importante saber que al tratarse de cuestiones relativas a hijos menores, para que dicho acuerdo tenga plena validez, es imprescindible el proceso judicial posterior.
Tranquilidad que no me refiero a ir a juicio, ni asistir a declaraciones judiciales, interrogatorios ,etc. Es todo lo contrario, el proceso judicial del que te hablo tras el acuerdo provisional, consiste en solicitar la aprobación judicial del acuerdo alcanzado (llamado convenio regulador) para que vuestros acuerdos tengan validez legal.
Para ello, a efectos prácticos, indicarte que únicamente tendréis que acudir una vez al juzgado para mostrar vuestro acuerdo respecto al contenido del convenio regulador ( es una medida de seguridad del propio juzgado, para asegurarse que conocéis el contenido del acuerdo y que se ha firmado previamente de forma voluntaria)
Por ello, es fundamental que el acuerdo provisional incorpore un periodo de vigencia concreto. Durante dicho periodo, el acuerdo provisional surtirá efectos entre vosotros si bien no modifica vuestro estado civil inicial ni tiene efectos frente a terceras personas.
El proceso judicial de mutuo acuerdo, se iniciará una vez finalice la vigencia del acuerdo provisional
Por ello, como abogada, siempre insisto en la importancia de buscar asesoramiento profesional para redactar y formalizar este tipo de acuerdos. Se trata de una herramienta que puede ser muy útil para algunas familias, si bien es importante conocer los pasos que deben de seguir a dicho acuerdo provisional para poder avanzar con seguridad jurídica.
Pasos para crear un Acuerdo Provisional
- Evaluar tu situación familiar: Cada familia es única. Es fundamental analizar tus necesidades y las de tus hijos para tomar decisiones informadas.
- Negociar con tu expareja: Con el apoyo de un/a profesional que os pueda proporcionar la información jurídica necesaria y a la vez ayudaros a ver el proceso con perspectiva.
- Redactar el acuerdo: Una vez alcanzados los consensos, detallar todo por escrito para evitar confusiones futuras.
- Seguimiento del cumplimiento: una vez transcurrido el periodo de vigencia, se retoma el proceso de negociación para poder avanzar hacia el acuerdo definitivo e iniciar el proceso judicial posterior para que dicho acuerdo sea homologado judicialmente y tenga validez legal.
¿Cuánto tiempo dura un Acuerdo Provisional?
Como ya hemos visto anteriormente, es importante entender que este tipo de acuerdos son temporales. Su objetivo es organizar la vida familiar durante el tiempo que tardéis en llegar a un acuerdo definitivo.
La duración puede variar según la situación, pero lo importante es que os permite ganar tiempo para reflexionar y tomar decisiones más meditadas.
Sobre algunas objeciones al acuerdo provisional.

En ocasiones, he escuchado algunas objeciones al acuerdo provisional como solución profesional para ayudar a las familias a avanzar en su proceso de ruptura de pareja cuando son padres.
El motivo fundamental de dicha objeción es por entender que dicho documento no les proporciona seguridad jurídica necesaria, y que estas situaciones deben de abordarse exclusivamente en el marco de un proceso judicial.
Creo que dicho argumento, si bien puede estar cargado de buena voluntad (por entender que es el ámbito judicial el que puede generar la seguridad necesaria), no tiene en cuenta el desgaste emocional y familiar que la incertidumbre genera a cada familia que transita por un divorcio. Además, del estado emocional en que se encuentran al principio del proceso de divorcio una o ambas partes…
Por lo que en esas situaciones, situarles en un proceso cuya resolución es definitiva, les genera aun mayor tensión entre ellos, generando respuestas motivadas por el propio miedo “a perder” …
Por otro lado, y según el Instituto Nacional de Estadística, la duración media de estos procedimientos contenciosos es de alrededor de 10,1 meses (aunque lógicamente, puede variar dependiendo de la carga de trabajo del juzgado y la complejidad del caso), por lo que durante todo este tiempo, la familia seguirá sin tener un acuerdo definitivo y además se verá envuelta en un proceso judicial donde el desgaste emocional, familiar y económico condicionará su vida tras la sentencia.
El desgaste familiar tras un proceso contencioso, creo que es algo sobradamente conocido y que si bien esta opción puede ser necesaria en ciertos casos, es fundamental ser consciente del impacto que un proceso contencioso puede tener en la familia:
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Impacto emocional en los hijos
El conflicto continuo y las discusiones derivadas de un proceso judicial largo es especialmente dañinos para nuestros hijos. Se encuentran expuestos a un ambiente de tensión, además, el tener que escuchar o ser partícipes indirectos de los desacuerdos de sus padres puede afectar su percepción de seguridad y estabilidad.
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Deterioro de la comunicación entre los progenitores
Un proceso contencioso tiende a intensificar las diferencias y a fomentar una relación conflictiva entre los padres. Esto no solo dificulta la resolución de los problemas inmediatos, sino que también crea barreras para el futuro, especialmente cuando se trata de decisiones compartidas sobre los hijos.
Quien ha trabajado conmigo, ya conoce una expresión que suelo utilizar y que aunque obvia, conviene tener como ancla a la hora de avanzar en el proceso: “La vida continúa tras la sentencia”
Es importante, tener presente que como padres, hay cuestiones en las que siempre vamos a tener que comunicarnos y que el reto está en encontrar el punto de equilibrio entre defender lo que consideramos justo y entender que hay cuestiones que no sólo dependen de mí.
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Cansancio y estrés prolongado
Si como te he compartido anteriormente, el tiempo medio de un proceso contencioso en España puede extenderse a más de 10 meses. Durante este período, es frecuente experimentar altos niveles de estrés y desgaste emocional. La incertidumbre sobre el resultado final, junto con la carga económica y los posibles retrasos judiciales, puede añadir aún más tensión.
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Consecuencias económicas
Además del impacto emocional, un proceso contencioso implica un mayor coste económico. Este tipo de carga puede complicar aún más la transición hacia una nueva vida familiar.
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Falta de control sobre las decisiones
En un divorcio contencioso, las decisiones finales las toma un juez, quien no conoce a la familia en profundidad. Esto puede resultar en resoluciones que ninguna de las partes considere completamente satisfactorias, lo que puede generar frustración y resentimiento a largo plazo.
Por estas razones, siempre que sea posible, es preferible optar por soluciones consensuadas, como los acuerdos provisionales, que permiten mantener un mayor control sobre las decisiones y reducir el impacto negativo en todos los miembros de la familia.
Conclusión
Sé que pensar en un divorcio no es fácil. Son muchas cuestiones a valorar (emocionales, familiares, laborales, económicas…) y a veces pueden abrumar y generar bloqueo.
Sin embargo, es posible avanzar sin precipitaciones con planificación y apoyo. Y eso es justo la finalidad del acuerdo provisional, al darte la estructura y tranquilidad que necesitas en estos momentos.
Si tienes dudas o necesitas orientación, no dudes en buscar ayuda.

Puedes conocer más sobre Maribel Montero, autora de este artículo y abogada y mediadora colaboradora de Creada, aquí, donde también puedes reservar una cita con ella.

Interesante, gracias.